Izagirre lanza en Estella su candidatura a la Itzulia
El corredor guipuzcoano gana con autoridad el Gran Premio Induráin por delante de Higuita
Aunque nació en febrero hace 34 años, Ion Izagirre siempre dice que su mes «es abril». En mayo ganó una etapa en el Giro de ... 2012; en julio venció en Morzine durante el Tour de 2016, y en octubre y en Formigal firmó su triunfo en una meta de la Vuelta a España 2020. Pero se queda con abril porque es el mes en que se impuso en 2019 en la Itzulia, la carrera en la que partirá el lunes como uno de los favoritos después de imponer su pegada en el Gran Premio Miguel Induráin. Su victoria en la clásica de Estella ha sido demoledora. Encadenó ataques hasta que sólo le resistió el rápido Sergio Higuita. Izagirre no podía llegar con esa peligrosa sombra al sprint. Así que ejecutó al colombiano en la última subida a Ibarra. Lo ahogó. Y bajó ya solo a Estella, donde Induráin le esperaba en el podio como en 2016. En otro mes de abril. El suyo. «Esto es un plus para la Itzulia», repetía.
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La clásica navarra amaneció fría. Y ventosa. Pero se calentó pronto gracias al ritmo. Bizkarra (rey de la montaña), Kopecky, Cañellas y Fancellu alcanzaron en fuga el tramo decisivo. El equipo de Carapaz, el EF, y el Movistar de Aranburu dictaron la sentencia de los escapados. El recorrido subía y bajaba. De Ibarra a Eraul. Y ahí, en esa cuesta, Izagirre inició el baile a falta de 12 kilómetros para la meta. Ágil. Guerreiro trató de seguirle. Reventó. Soler, protagonista en la pasada Volta, sí le mantuvo el pulso al guipuzcoano. Pero el catalán tuvo que desistir al final. Como Carapaz. Sólo Higuita encontró fuelle para soportar la marcha del corredor de Ormaiztegi.
Deja atrás a Higuita
Quedaban pocos kilómetros, aunque aún había que subir Muru e Ibarra. Izagirre e Higuita, mano a mano, defendieron en Muru la decena de segundos que les mantenía a flote. Soler, siempre Soler, no lograba acercar al grupo. Parecía ya un duelo entre los dos fugados. Pero Izagirre se negó a jugarse la victoria al sprint ante un rival con tanto reprís. Y se puso de pie desde la primera rampa de Ibarra, la última cuesta. A degüello. Pedaleando con piernas y codos. Higuita, tan bajito, se estiró lo que pudo. Hasta que la goma cascó. Izagirre, pletórico, mostró la pedalada que le había permitido rivalizar con Jonas Vingegaard hace unas semanas en O Camiño (una caída del apartó del podio). Y así se quedó solo y con la ventaja suficiente para bajar a Estella y reunirse por segunda vez en el podio con Miguel Induráin.
«Siempre me ha gustado esta carrera. He notado que me sentía bien y tenía que aprovecharlo», declaró el ciclista del Cofidis. Feliz y relanzado para lo que viene, la Itzulia, del 3 al 8 de abril, la carrera que se celebra en la primera semana del mes que mejor le va. Ion Izagirre, ganador en Estella con unos metros de ventaja sobre Higuita y una veintena de segundos sobre Skjelmose Jensen, Kron, Adriá y Aranburu, ya está en la lista de aspirantes a todo en la inminente Vuelta al País Vasco.
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