Adam Smith trata de superar la defensa de Taylor en el duelo entre el Surne y el Girona disputado en Miribilla.

Primera ocasión para atar la permanencia

El Bilbao Basket se mide hoy (20.45) en Miribilla a un muy mejorado Casademont Zaragoza con el reto de sumar su undécimo triunfo

J. Ensunza / J. A. P. Capetillo

Viernes, 31 de marzo 2023, 18:44

El Surne tiene el objetivo de la salvación a tiro de piedra. Sólo necesita un último arreón. Quizá, el más duro para hollar la cumbre, debido a la ausencia por lesión de algunos de sus hombres clave como Hakanson y Jeff Withey, aunque el colchón obtenido respecto a varios de los equipos perseguidores que opositan a meterse también entre los 16 mejores al final de temporada otorga cierta tranquilidad para acometer la misión. Demuestra que se han hecho bien los deberes hasta la fecha, pero conviene rematar la faena cuanto antes.

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Los de Jaume Ponsarnau suman diez muescas en su casillero de victorias y con doce la permanencia un año más en la Liga Endesa sería un hecho. No obstante, puede que incluso con once fuese suficiente bagaje para conseguirlo, teniendo en cuenta que Real Betis y Carplus Fuenlabrada, los dos últimos de la tabla, suman sólo cinco y tres, respectivamente. Ante este ilusionante panorama, se entiende, por tanto, que el choque de este sábado ante el Casademont Zaragoza en Miribilla (20.45), sea uno de los considerados claves durante la temporada.

El propio Ponsarnau así lo reconoció en la previa. «En la competición todos los partidos suman y todos restan, pero hay algunos que son más claves, y éste lo es», remarcó. En casa, «últimamente todos lo son. Decíamos, si ganamos al Granada salvación… si ganamos al Girona… salvación… y ahora de nuevo», apuntó el técnico de Tàrrega. En caso de ganar, además de la permanencia virtual a falta de nueve jornadas para finalizar la liga, el Surne distanciaría en dos partidos al conjunto maño.

Los de Porfirio Fisac han ido claramente a más conforme ha avanzado la competición. Ocupan la duodécima plaza, justo un escalón por debajo de los hombres de negro, aunque poco o más bien nada tienen que ver con aquel equipo frágil y timorato de la primera vuelta. Su nivel competitivo ha subido notablemente gracias, sobre todo, a la mejoría defensiva. Su segunda vuelta es prácticamente de play-off. Ha ganado cuatro de los últimos cinco compromisos ligueros, algunos, además, antes equipos de Euroliga como el Barcelona de Jasikevicius y, la pasada jornada, el Valencia Basket de Álex Mumbrú en el Príncipe Felipe.

El juego interior, uno de los puntos fuertes

«Son un equipo grande y físico. Desde los bases consiguen el equilibrio, encontrando a sus interiores y exteriores. El reto es aún más grande y lo afrontamos con las máximas convicciones, porque no vamos a jugar solos», apuntó Ponsarnau, aludiendo al siempre necesario 'efecto Miribilla'. Y es que, el calor de la afición puede ser una vez más decisivo ante las bajas. «Hay que tocar las teclas adecuadas para que el equipo sea competitivo», lanzó preparador bilbaíno que deberá encontrar la fórmula para compensar la ausencia de un jugador fundamental como Hakanson.

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Un dato para la esperanza es que el Surne tampoco pudo contar con el base sueco en el encuentro de ida disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza donde cosechó un «meritorio triunfo». «Ahora jugamos contra un Zaragoza mejor que aquel. No tenía el nivel ofensivo que presenta ahora con Jovic y con el base Chris Wright, que le han hecho crecer mucho», sentencia Ponsarnau. Su juego interior es otro de los puntos fuertes.

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