Descubre la historia de Toni Stone, la primera jugadora de béisbol profesional

Fue la primera de las tres mujeres que jugaron al béisbol profesional en las Ligas Negras, organización que integró a los jugadores afroamericanos hasta los sesenta, a partir de 1945. Desde entonces Toni Stone, cuyo nombre original fue Marcenia Lyle, no dejó de inspirar a otras niñas y mujeres que deseaban acercarse al campo hasta su fallecimiento en los noventa. Nacida en Bluebell, Virginia occidental, en 1921 y comenzó a batear a los diez años en Saint Paul, la localidad de Minnesota en la que se crió.

No tardó en apuntarse al equipo de los Chicos de la Iglesia Católica de St. Peter Claver, integrado en la liga católica. Más tarde pudo jugar en un equipo femenino, el Highlex Softball Club de Saint Paul, Minnesota. En apenas cinco años llegó a su primer equipo semiprofesional masculino, el St. Paul Giants. No fue recibida con los brazos abiertos y otros jugadores le hicieron pasar un mal rato por ser una mujer a lo largo de los años. Pero su carrera deportiva arrancó definitivamente en 1945, cuando comenzó su recorrido profesional en los San Francisco Sea Lions, en la costa oeste. Sin embargo, pronto terminó desencantada con el equipo ya que el propietario no le pagó el dinero que le había prometido.

Así pues, Stone dejó el equipo y se unió a los Black Pelicans de Nueva Orleans. Su periplo continuó en los Criollos de Nueva Orleans, donde se mantuvo entre 1949 y 1952, y en 1953 entró de segunda base en los los Indianapolis Clowns de la Negro League. Se trataba de la misma posición que el famoso Hank Aaron había ocupado en la temporada anterior, y es que Stone intercaló equipos masculinos y femeninos durante toda su carrera. Eso sí, en este caso se trató de algo parecido a una estrategia de marketing, ya que los Clowns, que eran considerados como los Harlem Globetrotters del béisbol, lograron una gran publicidad y atraer más fans al contar con una mujer entre sus filas. No le dejaban entrar a los vestuarios y en una ocasión le pidieron que se pusiera una falda para jugar, pero ella se negó.

Un año más tarde, tras una temporada espectacular en la que mantuvo muy buenas estadísticas, Stone firmó con los Kansas City Monarchs. Sin embargo, no tardó en retirarse debido a que apenas le dejaban tiempo de juego. Pese a que ella se sentía uno más, pasó el año en el banquillo. «Fue un infierno», llegó a decir. Con apenas 34 años se mudó a Oakland, en California, para trabajar como enfermera y cuidar de su marido enfermo, 40 años mayor que ella.

A Toni Stone el reconocimiento le llegó treinta años más tarde, cuando en 1985 fue incluida en el Hall de la fama de la Women's Sports Foundation. En los noventa apareció en sus exposiciones sobre mujeres deportistas y participantes de las Ligas Negras, y su pueblo, Saint Paul, declaró el 6 de marzo como «el Día de Toni Stone». El campo del complejo de béisbol Dunning de la localidad lleva su nombre, y en 2019 su legado fue un paso más allá cuando la dramaturga Lydia R. Diamond contó la historia de su vida sobre los escenarios en la obra 'Toni Stone'.