Cuando la tenacidad se hace leyenda

Su insistencia fue premiada con multitud de títulos. Tiene las vitrinas llenas de trofeos logrados en campeonatos nacionales e internacionales. Debutó en unos Paralímpicos en Sidney 2000 y no ha faltado nunca a ese gran cita deportiva hasta París, donde se ha consagrado al igualar el sábado las 28 medallas del mítico Michael Phelps. Perales se colgó el bronce en los 50 metros espalda S2 y cumplió el sueño de alcanzar a un mito como 'El Tiburón' de Baltimore. «Qué ganas tenía de escuchar que al fin lo he igualado. Llevo muchos años esperándolo. Antes de la final decía que solo habría lágrimas si había medallas y he llorado muchísimo de felicidad. Ha sido un camino durísimo hasta aquí», reconoció Perales tras subir al podio en la capital francesa.

Si se lanzó al agua con 19 años para luchar contra la adversidad, con más de 40 ha debido rearmarse ante otra visita de la desgracia. La neuropatía volvió a golpearla y fue operada en mayo de 2022 de una luxación en el hombro izquierdo que arrastraba un año antes. Ya había ganado la plata en Tokio sufriendo esa lesión. Tras agravarse su discapacidad, la zaragozana tuvo que aprender a nadar con un solo brazo para poder acudir a los Paralímpicos de París. Cambió de categoría y ahora, con 48 años y sólo con el brazo derecho, ha saboreado de nuevo la gloria.

Sus confesiones después de este último latigazo expresan la resistencia de una mujer incapaz de claudicar. «Yo tenía una visión de mi imagen corporal, y de pronto un brazo no me funcionaba. Veía cómo los demás me miraban, y volví a sentir esa mirada triste de aquellos que me habían visto nadar con los dos brazos. Me recordó tanto a la de aquellos que me vieron caminar y de pronto dejar de hacerlo que se me hizo muy duro... El que quiera sentir lástima, que la sienta, pero yo estoy orgullosa de cómo lo estoy haciendo, y sobre todo de no rendirme. Era a mí a quien más debía el no rendirme por vergüenza, y me salió natural porque yo quería ir a los Juegos, y para poder ir tenía que competir y quitarme todas las tonterías del cuerpo», manifiesta la paranadadora ya histórica.

Teresa, apodada la 'Sirena sonriente' porque siempre regala alegría vital desde su rostro, es tan inquieta como obstinada. Fue diputada del Partido Aragonés Regionalista (PAR), diplomada en Fisioterapia y directora general de Atención a la Dependencia en el Gobierno aragonés. Sus méritos y contante ejemplo le valieron el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2021.

Su último bronce fue otro ejercicio de ambición y resistencia. Está acostumbrada. A veces se desplaza a Madrid y retorna a Zaragoza en el mismo día. «Esta medalla tiene mucha historia detrás, mucho esfuerzo», declaró a los periodistas tras saludar a la reina Letizia. «He logrado la medalla gracias sobre todo a la garra que le he echado al final. Me he dicho: '¡Hasta el final, ya hasta el final!'. He nadado hasta sin coger aire para poder llegar y tocar», agregó la aragonesa.

La niña que quiso estudiar Medicina para ayudar a los demás tiene ocasión de aumentar su dilatado palmarés si desde este miércoles impone su tenacidad en los 100 metros estilo libre S3.