Susana Rodríguez, el compromiso médico por delante de los Juegos Paralímpicos
La doble campeona del mundo de triatlón paralímpico y médico residente en el hospital de Santiago de Compostela antepone combatir la crisis sanitaria a prepararse para Tokio
david ramiro/EFE
Miércoles, 18 de marzo 2020, 23:35
«Ninguna décima de segundo en los Juegos puede valer tanto como aportar algo contra el coronavirus«. Así de tajante se muestra Susana Rodríguez, doble campeona del mundo de triatlón paralímpico y médico residente en el hospital de Santiago de Compostela en la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación. La gallega y su guía Paula García revalidaron en 2019, en Suiza, su título de campeonas del mundo en la categoría de discapacidad visual en tándem logrado en 2018 en Gold Coast (Australia).
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Además, 2019 fue un año redondo para Susana, que también cumplió su sueño de participar en un Mundial de atletismo. Lo hizo en Dubai, con Celso Comesaña de guía, y finalizó cuarta en los 1.500 metros de la categoría T11 para discapacitados visuales. Unos meses después, y con la ilusión aún en mente por acudir a los Juegos de Tokio, las prioridades de Susana están cambiando.
«El deporte me gusta muchísimo, los Juegos son una de mis grandes prioridades, les llevo dedicando mucho esfuerzo, pero me preocupa esta situación. Sinceramente, para mí, el objetivo, es entrenar lo máximo posible dentro de mis circunstancias, pero si me preguntas si en dos semanas tengo que elegir entre ir a entrenar a un sitio seguro o quedarme en Galicia ayudando, opto por lo segundo«, confiesa.
«Tengo claro que si en lo más mínimo puedo aportar con mi trabajo a que esta situación mejore, no me iría a Tokio. Ninguna décima de segundo en los Juegos puede valer tanto como aportar algo contra el coronavirus. Esto es algo que depende de todos. Si todos pensamos en nuestros Juegos, en nuestras opciones de medallas, no mejoraremos«, señala.
«Es ahora cuando los valores del deporte tienen que salir a relucir, y no el día en que eres campeón del mundo. Este problema no entiende de países o de salarios. A todos nos afecta y por eso, cuando pase, espero que el día de mañana haya apoyos para el deporte, que ahora lo está pasando mal«, confiesa.
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Susana no está ahora mismo en la primera línea del frente de la batalla por su especialidad pero es consciente de que cuando la situación se complique más en Galicia, «todos tendremos una reubicación». «Sé que hay gente a la que le preocupara tener una piscina para nadar, pero no está en mis prioridades vitales ahora«, apunta. Susana vive entre Vigo, donde entrena, y Santiago, donde trabaja. Sus compañeras de piso son Ana Casal, que trabaja en Neumología, y Ana Teresa Alfonso, que lo hace en Medicina Interna. »Sus servicios están afrontando este problema más que yo, que de momento tengo un servicio con algunos pacientes ingresados, aunque la mayor parte son ambulatorios. Vienen a consultas y hacen trabajo de fisioterapia, logopedia o terapia ocupacional«, relata.
Aún así, la triatleta gallega explica que cuando hay un problema como el del coronavirus «funciona todo a una, de la manera más coordinada posible». «La cosa está bastante mantenida aquí, aunque se espera que vaya a más. Es preocupante porque hace unos meses nadie pensaba que iba a suceder esto y ahora cambia todo día a día», señala.
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Carreras por el garaje
La paralímpica afirma que debido al confinamiento por el coronavirus, y más allá del miedo y la psicosis, la gente se ha dado cuenta de que «tenía una vida bastante cómoda». En su caso intenta tomar todas las precauciones posibles para no afectar al trabajo dentro del hospital. «Todos tenemos que estar disponibles para cuando haya aglomeraciones en los próximos días. La idea de que se invierta la curva es para que no se colapse el sistema«, explica, reconociendo que más allá de la salud »a nivel económico esto va a ser una crisis muy gorda«.
En su casa, con sus compañeras, intentan que el coronavirus no sea el único tema de conversación, aunque es «un poco inevitable». «Hablamos todo el rato de lo mismo, aunque intentamos que no sea así. Yo intento hacer deporte, algo de rodillo fuerte, corro por el garaje del edificio y subo y bajo escaleras. Hay que desconectar un poco para al día siguiente estar al cien por cien«, subraya.
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Esta pandemia del coronavirus ha llegado en plena preparación de los Juegos Paralímpicos de Tokio, que siguen en su fecha prevista de inicio para el 25 de agosto. «¿Quién iba a pensar que Tokio, una ciudad puntera a nivel mundial, a cuatro meses se iba a encontrar con esto?», pregunta Susana, que hace trabajo específico de triatlón con un remo que le prestó un gimnasio y está pendiente de una cinta de correr.
Además tiene un rodillo y algo de material para hacer trabajo de fuerza. «Tengo tres objetivos: no ganar peso, mantener la musculatura y conservar el aeróbico». Para trabajar, Susana va a veces con un compañero que ahora se encuentra mal. «Al ser una persona con discapacidad puedo ir en el coche con otra persona». También lo hace en tren, que ha visto reducido sus servicios. «No circulan todos los trenes, pero sí en los horarios pico de la línea Vigo-Santiago-Coruña».
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La situación es preocupante, reconoce, pero recalca que antes que deportista paralímpica de elite es médico y persona. «Tengo una beca del Plan ADOP que transitoriamente me aporta más dinero que el trabajo de médico, pero todos tenemos que tener responsabilidad social y ahora no tengo dudas, ayudar a la gente es lo primero«.
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