Bonmatí y Putellas dan su tercer título de Champions al Barça en San Mamés

Éxtasis. San Mamés, acostumbrado a grandes noches rojiblancas esta temporada, se tiñó de azulgrana este sábado para ver ganar al Barcelona su tercera Champions, la segunda de manera consecutiva. En una final disputadísima ante el Olympique de Lyon, la bestia negra a la que nunca había conseguido vencer, el conjunto culé no vio reflejado su dominio en el marcador hasta que Aitana Bonmatí se inventó un golazo pasada la hora de juego. Con el partido liquidado y las francesas volcadas al ataque, Alexia Putellas sentenció el partido en el tiempo de descuento con un potente disparo para desatar la locura y abrochar el cuarto título de la temporada.

Era de vital importancia salir metidas al partido. El Barça había perdido contra el coloso galo las finales de 2019 y 2022. En la primera, disputada en Budapest, las azulgrana cayeron 4-1 con cuatro goles encajados en la primera media hora de juego. En la segunda, Turín, fueron tres los goles en treinta minutos para el definitivo 3-1. Esta vez no hubo atisbo alguno de debacle culé, a pesar de que las primeras oportunidades claras fueron para las de Sonia Bompastor, con dos disparos al palo en la misma jugada a los quince minutos. Primero la exjugadora del Atletic Irene Paredes despejó hacia su propio larguero y, en el rechace, Ellie Carpenter la mandó al palo. Por el Barça, el mayor peligro lo generó por la banda derecha Caroline Graham Gransen, un puñal, dolor de cabeza constante, durante todo el encuentro.

Ya en la segunda parte llegaron los goles. Aitana Bonmatí se encargó de inclinar la balanza hacia el lado azulgrana. En un palmo de terreno se asoció con Mariona Caldentey, buscó un hueco para chutar... y para dentro tras no desviar lo suficiente Christiane Endler. Delirio culé en La Catedral. Ya se veía ganador el Barcelona y se lo tuvo que currar de lo lindo. Con la desventaja, el Olympique dio un paso al frente y se volcó en ataque con más fe que cabeza. Un centro, otro... Cata Coll, algo más insegura antes del descanso, los desvió todos.

Apenas Kadidiatou Diani, máxima goleadora del campeonato, aportaba algo de claridad en el ataque galo, frustrado ante la inoperancia de su centro del campo, integrado por la también exrojiblanca Damaris Egurrola. En uno de los contraataques generados con los espacios que dejaban las francesas llegó la sentencia. Alexia Putellas, que acaba de ingresar al campo, fusiló sin piedad dentro del área tras recibir de Claudia Pina, también recién ingresada, para subir los decibelios del estadio del Athletic, que a 400 kilómetros festejaba el Zamora de Unai Simón para poner el broche de oro a una temporada de diez.

Como la del Barcelona. No se le puede poner un solo pero al rendimiento de la entidad de Joan Laporta, agarrado al flotador de su sección femenina tras un tumultuoso año en la masculina: Caso Negreira, Xavi... Demasiado ruido que el presidente quiere silenciar con el éxito sin precedentes del conjunto dirigido por Jonatan Giráldez, que deja el club para probar suerte en el Washington Spirit, en la potente liga de Estados Unidos. El de Vigo se marcha de Can Barça después de firmar un 'póker' histórico. Supercopa, Liga, Copa y Champions. De existir Supercopa de Europa y Mundial de Clubes, no habría duda de que también el Barça se haría con ellos.

Con dos fogonazos de las últimas ganadoras del Balón de Oro conquistó el Barcelona su tercera Copa de Europa, desempatando en el palmarés con los alemanes Wolfsburgo y Turbine Potsdam y el sueco Umea y colocándose a un solo título del Frankfurt. Con ocho, muy lejos todavía,sigue el Olympique de Lyon, que no perdía una final desde 2013. Arsenal y Duisburgo son los otros dos equipos que saben lo que es ganar una Champions. Después del éxito del Barça, el siguiente reto del fútbol femenino español es colgarse la medalla de oro en París tras el Mundial y la Liga de Naciones.

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