Galope hacia la gloria a lomos de 'Toffe'
A sus 13 años, la vitoriana Haizea Martínez de San Vicente buscará con su montura favorita el segundo triunfo consecutivo en la Liga Tranko de saltos de un metro
Pablo Sanz
Miércoles, 11 de junio 2025, 00:10
Es una de las grandes promesas de la hípica vasca. Su madre Eneritz temía que montara a caballo, un miedo que no compartía su padre ... Mikel, pero Haizea Martínez de San Vicente nunca se dejó intimidar. Todo lo contrario. Su constancia y afición por la equitación desde muy pequeña permitieron a esta vitoriana de 13 años proclamarse campeona de la Liga Tranko de un metro de salto el año pasado. Es un logro que espera poder repetir el próximo septiembre después de lograr una extraordinaria tercera posición en la tercera y última sede del campeonato liguero celebrado este sábado en el centro hípico Dukiena de Berriz. «Mi objetivo es volver a ganarlo y seguir formándome», apunta confiada.
«En ninguna hípica me dejaban montarme hasta que tuviera ocho años porque supuestamente era peligroso. En Gaubea, en cambio, no me pusieron ninguna pega cuando vine con mis padres y unos amigos a probar a los seis»
Haizea Martínez de San Vicente
Jinete vitoriana
Haizea, que reside con sus padres en la localidad burgalesa de Añastro, se animó a cabalgar por primera vez a los seis años en el centro ecuestre Gaubea, después de que en varias hípicas no le permitieran hacerlo. «En ninguna me dejaban montarme hasta que tuviera ocho años porque supuestamente era peligroso. Aquí, en cambio, no me pusieron ninguna pega cuando vine con mis padres y unos amigos a probar. Empecé a cogerle el gusto, a venir más días y hasta el día de hoy no he parado», relata. Precisamente a esta edad fue cuando comenzó a competir en diferentes campeonatos a nivel autonómico en saltos de obstáculos con Valentino. Un poni, según la joven, «un tanto revoltoso pese a que saltaba bien». «Llegaba incluso a pararse en seco y tirarte. Así actuó bastantes veces, pero no me hizo daño. Era más la desesperación que te provocaba que otra cosa», matiza.
Desde hace cuatro años, la vitoriana entrena con Toffe. Un caballo con el que tiene un vínculo muy especial y que le ha llevado a realizar una gran actuación en el último Campeonato de Euskadi y a ganar múltiples escarapelas. «Se porta y salta muy bien, pero tienes que controlarlo mucho porque a veces se suele parar. Gracias a la ayuda de mi entrenador puedo seguir progresando con él y haciendo buenos concursos», explica en referencia a su técnico Unai Salazar al que Haizea tiene mucho aprecio. «Para mí es el mejor. No es el típico preparador que solo quiere saltar alto. A él lo que más le importa es que tanto el caballo como yo estemos bien. Lo hagamos bien o mal, está orgulloso y contento de nosotros», resalta.
«Suelo calentar entre 10 y 15 minutos. Paso unas barritas primero al trote y luego a galope y a continuación realizo cruzadas de hasta metro y medio»
Haizea Martínez de San Vicente
Jinete vitoriana
La jinete alavesa, que estudia segundo de la ESO en el instituto de Nanclares, entrena cuatro días a la semana. Los martes realiza doma, una disciplina en la que aún no ha participado en ninguna competición. «Me gusta practicarla una o dos días», recalca. Los jueves y viernes, por contra, suele realizar saltos. Una actividad que también practica los domingos, cuando alguna que otra vez baja a la localidad de Espejo a entrenar. «Hay una pista bastante grande y solemos ejecutar los recorridos, las vueltas o los recortes», señala Haizea. Su modus operandi en cada una de estas jornadas es similar con Toffe en cuanto a la preparación. «Suelo calentar entre 10 y 15 minutos. Paso unas barritas primero al trote y luego a galope y a continuación realizo cruzadas de hasta metro y medio. Voy calentando de forma progresiva para que así coja energía y salte mejor», indica.
Una exigente rutina
El sacrificio que llevan a cabo padre e hija los días de competición es todavía mayor. Ambos se levantan a las 5 de la mañana para acudir desde Añastro hasta Gaubea en busca de Toffe, y de ahí acudir al municipio en el que se desarrolle el certamen. «Le dije a Haizea que si quería competir se lo tenía que tomar en serio porque es mucho tiempo y dinero», señala Mikel. Un mensaje al que Haizea ha respondido a la percepción durante estos años. «Si fuera levantarme para ir a clase me costaría más, pero si es para lo que me gusta me puedo levantar a cualquier hora», afirma.
Una caída que quedó en susto tras sufrir convulsiones
Su pasión por la equitación es máxima. Tanto es así que ni siquiera un accidente que sufrió el pasado mes de octubre con Petazetas, un caballo que tenía una lesión de cadera que no le habían identificado, le ha frenado en su progresión. «Se tropezó y al caerme me di de cabeza contra el suelo. Me dieron convulsiones, pero todo se quedó en un susto y me recuperé sin problema». Haizea ha hecho muchas amistades en la hípica en los últimos años. Un deporte que cuenta con cada vez más adeptos y que anima a que cada vez más chicas y chicos lo practiquen. «Si tienen en mente probarlo que lo hagan», destaca. Su próximo reto es el de lograr participar en competiciones de salto de metro y medio, así como realizar concursos completos. Objetivos que, si se los propone como está haciendo hasta ahora, y de la mano de su padre Mikel, su entrenador Unai y Toffe logrará. «Antes no podía montarme en cualquier caballo y hacerlo bien. Ahora puedo galopar en cualquiera y enseguida le cojo el truco. He avanzado mucho», concluye.
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