El Alavés se ahoga en la segunda parte

Un resultado que, en un inicio, se antojaba complicado teniendo en cuenta el juego ofrecido por un Alavés sólido y férreo a nivel defensivo durante los primeros 45 minutos. Las vitorianas se mostraron valientes ante el Real Madrid, aprovechando los espacios y contraatacando desde los costados, un sistema de juego que funcionó durante los compases iniciales. En el primer cuarto de hora, Gema aprovechó un centro bien medido por parte de Ane Miren. La ocasión activó por completo al equipo, con confianza y con la mente puesta en seguir un guion bien definido por parte de Mikel Crespo. Tanto Cristina Auñón como Garazi fueron un dolor de cabeza constante tanto para Nahikari como para Athenea del Castillo, incapaz de sobrepasar el muro impuesto por el Alavés y que obligó al Real Madrid a reajustar su esquema. En esta ocasión, la pizarra de Alberto Toril salió a relucir, especialmente en los últimos cinco minutos de la primera parte, protagonizado por tres ocasiones de gol consecutivas del cuadro blanco y que terminó en los guantes de Jana Xin, clave en mantener vivo al Deportivo Alavés hasta el descanso.

A partir de la segunda parte, la historia cambió por completo y el guion se mantuvo firme a favor de un Real Madrid que, jugando en su feudo, se mostró cómodo y mostrando la faceta más reconocida del cuadro blanco, la de un equipo agresivo, rápido desde los laterales y haciendo mucho daño en el contragolpe. Una fórmula que salió cruz para las Gloriosas, que mostraron las costuras ya vistas en su día ante el Villarreal.

La entrada de jugadoras como Claudia Zornoza y Olga Carmona, tras cumplirse los primeros diez minutos del segundo tiempo, propociaron una avalancha de ocasiones de gol que propició un resultado contundente.

Con la entrada de ambas jugadoras, el juego fluido del Alavés se difuminó por completo. Athenea cambió de banda y Nahikari jugó un papel más colectivo, bajando al centro del campo, a ser un apoyo más. Con el Real Madrid totalmente adueñado de la pelota, el Alavés inició una travesía muy dura y que se le hizo cuesta arriba. Las pupilas de Toril adelantaron líneas, esperando el error de la zaga alavesa. Finalmente, la insistencia tuvo su premio en forma de gol. En una jugada poco relevante, el disparo de Athenea se marchaba desviado hasta que, Ohale, de forma involuntaria, rozó la pelota lo suficiente para desviar la dirección del balón y colocarse en la portería defendida por Jana. Un jarro de agua que afectó de forma psicológica al cuadro albiazul y que significó el principio de la marea blanca. Weir, en sólo tres minutos, anotó dos goles más que dejaron totalmente noqueado al Alavés.

Crespo buscó frenar la sangría defensiva con la entrada de Miku y Errasti, pero no resultó efectiva ante la entrada de Esther. La internacional absoluta, en sólo diez minutos, anotó un hat-trick que puso el 6-1 en el marcador. El Real Madrid aprovechó los espacios de las vitorianas, que no dieron con la tecla a la hora de frenar el arsenal ofensivo del rival. Con el encuentro totalmente resuelto, Moller, a falta de cinco minutos para el final, puso el 7-1 definitivo. Un resultado que deja a un Deportivo Alavés tocado y que le obliga a sacara un buen resultado el próximo sábado ante el Athletic Club.