MANU CECILIO

El placer de bajar el ritmo

Lunes, 24 de agosto 2020, 22:03

Hace unos días tomaba café con una amiga y entre muchos temas de los que hablamos hubo uno al que dedicamos la mayor parte del tiempo: cómo desconectar unos días del ritmo diario aunque este año no podamos salir de nuestra ciudad o lugar donde vivimos.

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Hoy quería compartiros cómo suelo lograrlo, subrayando que todos y todas somos tan diferentes que no existe una única manera de desconectar. A mí me gusta poner en práctica la filosofía de «bajar mi ritmo».

¿En qué consiste? Fundamentalmente en desacelerar, en bajar pulsaciones, en disminuir las prisas, en dejar de correr rápido. Y os preguntaréis, ¿para qué? Durante el año es un denominador común que tengamos las agendas llenas, que vayamos rápido a todo, que nos centremos en el resultado, en el rendimiento, y esta velocidad hace que vivamos más en la mente que en el cuerpo. A veces, nos falta esa paciencia necesaria para percibir mejoras físicas que nos llevan a una frustración por no conseguir rápido nuestro objetivo o a la velocidad como lo consiguen las demás.

Sabemos que rápido no es sinónimo de eficaz y menos cuando hablamos en términos deportivos. Esa rapidez, esa impaciencia nos envuelve en estados mentales que muchas veces nos impiden disfrutar de nuestro ocio, de pasear, de ir al gimnasio con las amigas, de salir en bici….

Por todo esto, ahora puede ser un buen momento para bajar el ritmo, para vivir cada momento del día, para disfrutar del proceso. Todos disponemos de 24 horas al día. ¿Cómo las vives tú? El tiempo es un recurso no renovable. No podemos regalarlo, ni fabricarlo, ni acumularlo, ni prestarlo, ni comprarlo. Disfrutar de nuestro tiempo es disfrutar de nuestra libertad. Nos da esa posibilidad de hacer lo que nos gusta hacer, de estar con las personas que queremos, de cuidarnos. Nos regala momentos de reflexión para preguntarnos a qué quiero dedicar mi tiempo durante este año, ahora qué es una prioridad en mi vida.

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Disfruta de tu tiempo, de estos momentos y aprovecha para preguntarte: ¿qué es más importante?, ¿todo eso que logras o cómo lo logras? Más no es sinónimo de mejor. Mejor es sinónimo de calidad, de paciencia, de armonía, de escuchar nuestro cuerpo, de vivir esto que me pasa en este momento presente. Disfruta del placer de bajar tu ritmo.

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