Las ciclistas se hacen hueco en Álava
La provincia cuenta ya con dos equipos femeninos, el Fundación Euskadi, impulsado por Mikel Landa, y el Arabarrak, con sede en Agurain
Olga Jiménez
Lunes, 8 de julio 2019, 22:53
El querer y el poder van de la mano. Cuando existe el compromiso y el empeño en alcanzar objetivos, todo parece más fluido. Esta reflexión se aplica a todos los ámbitos de la vida. Enfocado en el ciclismo y más en concreto en el femenino, sólo las apuestas personales están aclarando un panorama que hasta el 2018 no encontraba caminos. Lo que parece lucir cuando vemos a las ciclistas en lo más alto de un podio, tiene una intrahistoria que debe contarse.
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El título de campeona de España en línea de Lourdes Oyarbide y su subcampeonato en contrarreloj, las medallas en Europeos de Tania Calvo y su presencia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro o el título nacional sub'23 de Luisa Ibarrola en ciclocross encumbran al ciclismo alavés, pero no es una realidad absoluta. «Estamos viviendo una buena época porque tenemos a tres ciclistas que destacan. El oro y la plata de Lourdes Oyarbide en el campeonato de España es un empujón muy importante, porque es la gran referente para nuestras chicas. Lourdes es una ciclista de casa, hecha en la escuela de Araia. Cercana, trabajadora y constante. Muy querida en el mundo del ciclismo. Se lo merece», apunta Julia Liberal, presidenta de la Federación Alavesa de Ciclismo.
Su llegada al cargo en 2016 ha traído aires nuevos y un empeño en que las féminas tengan un acomodo en casa. Hasta 2018 no había equipos femeninos en la provincia y este año se han creado dos, el Arabarrak, con sede en Agurain, y el Fundación Euskadi-Laboral Kutxa por el empeño de Mikel Landa. «Tenemos claro que todas las chicas que quieran federarse van a tener cabida en Arabarrak o Fundación Euskadi. No nos importa lo que anden. Cuando pasas de junior tienen que ficharte, pero nuestro compromiso es que la chica que quiera hacer ciclismo de competición en Álava tenga cabida en alguno de los dos equipos», señala Liberal.
El compromiso por ver crecer el ciclismo femenino puede adoptar otro cariz, pero no con resultados a corto plazo. Las cifras aún están lejos de las deseadas. De las 1.444 licencias federativas, sólo 90 son de mujeres: 15 cadetes, 2 junior, 2 sub'23, 7 élite, 1 máster 30, 2 máster 40, 59 cicloturistas y 2 corredoras UCI. La proporción en edad escolar sí encuentra el equilibrio. Entre las 10 escuelas que hay en la provincia, 150 chicos y chicas se inician a partes iguales. Es decir, la proporción en edades tempranas no encuentra diferencia. El desfase se produce a partir de los 14 años, cuando muchas chicas deciden dejarlo porque en la provincia no había equipos y la opción era marcharse fuera.
De las 1.444 licencias federativas que hay en el territorio sólo 90 son de mujeres. La proporción en edad escolar sí encuentra el equilibrio
Álava puede jactarse de haber dado buenos y grandes ciclistas. A la gran afición se une el número de practicantes y también de clubes. El Arabarrak en Agurain es un ejemplo. Lo que para muchos era una losa tener chicas ciclistas, para la escuadra de Salvatierra supuso una oportunidad. En 2018 empezaron a funcionar con cuatro cadetes y este año con un equipo de diez, alavés al cien por cien. «Tenemos pocos medios económicos, pero las chicas aun teniendo ofertas deciden que quieren correr juntas. Deciden darle una vuelta. Y no todo está en los resultados. Si tienes una base afectiva y les puedes ayudar, tenemos mucho ganado. Son 10 e Isabella, una ciclista británica acoplada a la estructura por un intercambio con su país», explica Óscar Palacios, entrenador y máximo dinamizador del equipo de féminas. Tal es la convicción en este proyecto, que el año que viene habrá también uno juvenil. «Es un plan mínimo de cuatro años. Si las cosas se hacen desde el cariño y la implicación, los resultados vendrán solos».
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El empeño de Mikel Landa
Ese mismo cariño es el que ha puesto Mikel Landa, desde una apuesta personal, para que la Fundación Euskadi tenga su propio equipo femenino. El objetivo fue recuperar a las ciclistas que tuvieron que emigrar. El proyecto se ha lanzado con una escuadra donde siete de las diez corredoras son alavesas: Paula Suárez, Paula Lanz, Ainara Sanz, Nahia Eraña, Uxue Albizua y las hermanas Jone y Zuriñe Otaola. «Estamos consolidando el equipo. Es un proyecto a largo plazo para asentar las bases. Es algo bonito sin darle demasiada importancia a los resultados. Es vital que haya una base para que las chicas de Álava y Euskadi tengan un lugar donde estar. Hemos estado en el campeonato de España y conseguimos el puesto 18 con Isabel García y nos metimos en la escapada buena con Paula Suárez. Es un equipo amateur con gente que está estudiando. Aun así, el grado de compromiso es muy grande. Desde la Fundación se les ofrece toda la infraestructura y que no les falte de nada», comenta el director deportivo, Ángel Urreta.
Unos y otros son el mejor ejemplo de lo que proclama sin pelos en la lengua la presidenta Julia Liberal, mujer vinculada al mundo de la empresa y la política, recientemente elegida senadora por el partido socialista. «Lo llevo diciendo desde hace mucho tiempo, a raíz de todo el impacto mediático que empieza a tener el deporte femenino. Menos estudios sobre el deporte y más acciones directas. Ese es el camino», concluye de forma rotunda.
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Cinco pruebas femeninas
Entre sus logros, la federación alavesa ha pasado de celebrar una prueba de féminas en Barrundia a sumar cuatro más, una en Agurain y las tres etapas de la Vuelta a Álava con el compromiso de los ayuntamientos de Artziniega, Okondo y Amurrio. Pero entre los anhelos de Liberal, hay cuentas pendientes que considera «fundamentales» para hacer más visible el ciclismo: una carrera en Vitoria. «Ya no es cuestión de ciclismo masculino o femenino. Desde la federación palpamos que el ciclismo se está muriendo en Vitoria y, en cambio, en la provincia goza de una buena salud. No cuesta tanto organizar una prueba en Vitoria con meta en el centro de la ciudad, en la plaza de la Virgen Blanca, como hacen otras pruebas deportivas. Ya está bien de ser el hermano pobre del deporte. Queremos visibilidad».
El trabajo directo en colegios, la implicación con otros colectivos, «bien emigrantes colombianos por el efecto Nairo Quintana que no acaba de cuajar, o chicos y chicas con problemas de integración, podrían ser focos hacia los que dirigir nuestro trabajo para poder meterlos en la dinámica del ciclismo como deporte donde la disciplina es fundamental. Puede servir para sus vidas», expone Liberal.
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El camino ha tomado una dirección esperanzadora que se subraya de una manera especial cuando los éxitos ponen en primera línea a deportistas que se convierten en referentes. El efecto Lourdes Oyarbide, como el que tiene el propio Mikel Landa, están marcando una época en el ciclismo alavés, en un tiempo de cosecha y al mismo tiempo de recolecta.
El efecto llamada del ciclismo popular exclusivo para mujeres
Lo popular supone un comienzo en el deporte para muchas mujeres o un después para quienes han sido élite o han competido a alto nivel. Si en el running el fenómeno ha generado un boom casi imparable de practicantes y grupos específicos como Sincronizadas, impulsado por Elena Loyo, el ciclismo también ha tomado el testigo.
En Álava se han creado tres alternativas exclusivamente para mujeres. «Han surgido tres grupos de mayores y está funcionando porque se han ido sumando cada vez más», apunta Julia Liberal. En Aiala, la grupeta denominada Aiara women in bike organiza quedadas para las mujeres que tienen miedo a salir solas. Otra iniciativa de ciclismo de carretera dirigido por la exciclista Amaia Martioda y Zuriñe Carreño dentro del proyecto Bizikume, realiza salidas periódicas para la iniciación en la bicicleta de carretera, además de otro de BTT. Hacen grupo y salen los fines de semana, una fórmula que está funcionando. Esa oportunidad de entrenamiento grupal ha generado un efecto llamada para mujeres que siguen realizando actividad deportiva más en el ámbito del cicloturismo que en el competitivo.
Esta es la razón que explica que el mayor número de licencias femeninas alavesas, 59 de las 90 totales, esté dirigido en este sentido. Otra novedad que está cuajando es el ciclismo ligado a la cultura. Una iniciativa que ya empieza a tener éxito, como es la visita de ermitas unido al ciclismo. Una fórmula que ya está teniendo su cuajo en federaciones como la aragonesa o extremeña.
El escenario ha ido cambiando y las mujeres han pasado de encajar en grupetas masculinas y tener que adaptarse a ellos, a poder establecer su propio grupo y rutinas de entrenamiento.
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