Euskadi da la cara ante Italia en la fiesta del balonmano femenino alavés

La jornada comenzó a las 9.00 horas, con un partido de mini balonmano de las benjamines, acompañado de algunos juegos y sorteos con los que los más txikis pudieron divertirse. «Las niñas están muy contentas e ilusionadas. Han venido todas las peques del resto de categorías a animarlas y a pasar el día juntas. Las que formamos parte de la organización estamos cansadas, pero con lo bonito que es merece la pena», comentó Nefer Olaizola, presidenta del club vitoriano.

La alegría y las caras de felicidad de las más pequeñas fueron el anticipo de los partidos oficiales que disputaron los cadetes frente al 'Muskiz Zuria', los juveniles ante el 'Kukullaga Etxebarri' y las sénior contra el 'Ibaizabal', todos ellos correspondientes a la Copa Bizkaia. «Por la mañana solo han acudido personas vinculadas al club, pero poco a poco ha ido viniendo más y más gente a ver los encuentros», señaló orgullosa Olaizola.

Pero todavía quedaba el plato fuerte del día con el amistoso que jugaron las selecciones absolutas de Euskadi e Italia. Un choque se presentaba «reñido y muy emocionante», según intuía la propia Olaizola.

Sus presagios no fueron en absoluto mal encaminados. El partido inició con las 'azzurri' tomando la delantera, gracias a los goles de Rocio Sthefani Squizziato y las paradas de la guardameta Maddalena Cabrini. Dos goles precisamente de Squizziato obligaron a Joseba Rodríguez a solicitar el primer tiempo muerto (7-10). El combinado vasco, liderado por Ainara López y Garoa Sarrionandi-Ibarra, siguió a rebufo de las italianas pero con más acierto. Tanto fue así que Giuseppe Tedesco tuvo que parar el partido ante el empuje de las locales (12-13). El intercambio de golpes continuó hasta el último segundo de la primera parte, cuando Vanessa Djjogap marcaba sobre la bocina para igualar el electrónico antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, con un mayor gentío en la grada que se resguardaba de la tromba de agua que caía en el exterior, Italia volvió a tomar el mando del partido de la mano de Giulia Fabbo, pero Sarrionandia-Ibarra no lo permitió y llegó incluso a poner por delante a las vascas en el luminoso a falta de menos de diez minutos para el final. Sin embargo, las visitantes no dieron su brazo a torcer. Un parcial de 0-4, gracias a los tantos de Bianca Barbosu, terminó a la postre siendo decisivo. Las vascas lo intentaron hasta el final, pero la mayor eficacia de cara a portería fue clave para que las 'azzurra' se llevasen el triunfo.

La jornada concluyó con una foto conjunta de ambas escuadras junto a las colegiadas del encuentro y las niñas del club. Un bonito recuerdo para las cerca de 120 jugadoras que conforman el Eharialdea y que Olaizola espera seguir aumentando. «Intentamos que cada vez se animen más a través de partidos como este».