'El conquistador del Caribe': fracaso en la prueba de la pared

'El conquistador del Caribe' sigue su marcha con amagos de abandonos y expulsiones sorprendentes. La jornada comenzaba con una Irune desconsolada amenazando con marcharse por culpa de una lesión de rodilla que la tiene martir. «No puedo seguir aquí con este dolor», aseguraba llorando. Sus capitanas informaron a Julian Iantzi de sus intenciones y el presentador les animó a que compitiese en el juego de inmunidad, en el que solo tenía que remar, y decidiese después. La prueba era potente. Los capitanes dirigían a cada grupo en un recorrido sacrificado. Conducir un cayuco hasta llegar a una base en la que era obligatorio amarrar la embarcación antes de que uno de ellos se lanzara al agua y nadase hasta una pared que debía escalar en dos partes. Una vez cumplida la primera, su compañero se lanzaba al vacío haciendo péndulo, para iniciar un ascenso en yuma hasta la ansiada ikurriña.

Todo apuntaba a que los Corocote iban a salir mal parados. Además de la lesión de Irune, el mal rollo imperaba en el equipo. Oxkar se enzarzó en una discusión con Helen que culminó con una bronca entre la navarra y Mendi. Para colmo, su cayuco fue el último en llegar a la meta y Locuras saltó de él antes de tiempo, igual que Etxe, el representante de los Yocahu, que cometió el mismo error, en este caso porque Andrea se había quedado en la base y no había vuelto a subirse a la embarcación. Los amarillos llevaban una gran ventaja y, con todo, no fueron capaces de vencer. Una increíble remontada de los azules les condujo al triunfo. Locuras nadó a gran velocidad y Aini superó a Olaia en la cuerda. La Guabán llegó la primera a la bandera, pero la líder Corocote, que le pisaba los talones, fue más hábil a la hora de soltar la enseña.

Sintiéndose ganadores, los azules festejaron la hazaña entusiasmados. Ya en el campamento rico, Iantzi recordó a Irune su amago de abandono, pero la joven dio marcha atrás. «Del campamento rico no me voy a ir», afirmaba, a pesar de que su rodilla está notablemente inflamada. Los Yocahu, por su parte, recriminaban a Andrea su fallo, aunque la capitana no acababa de aceptar su responsabilidad. El presentador le pidió que nominase a uno de sus pupilos y escogió a Olano. Txoskin fue el que más lanzas recibió en la asamblea y Arantxa, en representación de los azules, condenó a Etxe. Mientras, en el grupo amarillo, Peio se ofrecía voluntario. El joven se encontraba mal y prefirió un chute de adrenalina para ver si así se recuperaba.

Una escalada con bulones, sin apoyar los pies y subiendo una pared vertical llena de agujeros era el desafío. Peio escogió batirse contra Txoski y Olano, librando a Etxe del castigo. «Esto pinta mal», anunciaba Iantzi al comprobar que ninguno de los tres participantes era capaz de superar ni una cuarta parte del muro. «Os vamos a dar cinco minutos y el duelista que más arriba esté ganará», avisó el presentador. Era cuestión de arriesgarse y estar atento al tiempo. Txoski se sujetó en la posición más alta, seguido de cerca por Peio. Olano fue el gran perjudicado y el expulsado de una jornada desastrosa para los Yocahu, que se quedan al borde de la extinción tras su marcha.

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