Bigote Arrocet repasa su vida en 'Secret Story': «Yo a Teresita no la he engañado»

Desde las ocho de la tarde llevaban cebando a la audiencia con una pregunta. Carlos Sobera le había propuesto a Terelu Campos plantearle en directo a Bigote Arrocet la siguiente cuestión: ¿Le fuiste infiel a mi madre? El clásico 'no contestes todavía' aguantó hasta bien entrada la madrugada, cuando llegó el momento de dirigirse al cómico. Y fue entonces cuando la hija de María Teresa declinó la oferta. «Por supuesto que no, entre otras cosas porque no ha lugar en este momento», argumentó la colaboradora, pero el presentador ya había dejado caer la cuestión y Edmundo sí quiso responderla. «No he tenido nada con nadie y estoy muy tranquilo. Yo a Teresita no la he engañado», declaró muy seguro.

Terelu torció el gesto y, tras afirmar que había visto «súper nervioso» al veterano humorista, atacó: «Se le ha olvidado lo que ha dicho ahí dentro porque él le contó a (Miguel) Frigenti claramente que fue infiel y además señaló que hay que ser listo para que no te pillen». Sentenciado. Bigote había tratado de aclarar antes que lo que él contó es que hombres casados que no hayan sido infieles se cuentan con los dedos de una mano, pero se ve que la explicación no contentó a nadie.

Arrocet insistió en que no dejó a Teresa por medio de un mensaje, como se ha dicho en reiteradas ocasiones. «Hay que ser muy miserable para decir eso», apuntó. Y mostró su enfado por ello. «Eso me ha molestado mucho, y se han inventado más cosas», añadió. Eso sí, siempre que mencionaba a María Teresa lo hacía con cariño. «He sido muy feliz con ella porque es una persona encantadora y muy culta, y mucho más simpática que yo, que cuando no estoy sobre un escenario soy un sieso», aseveró.

Por lo demás, los Gemeliers discuten por la comida, y es que allí cada cuál tiene sus preferencias culinarias y ni Arguiñano los satisfaría; Emmy es fantasía pura y ni se entiende ni quiere que se le entienda, y mira que habla; Frigenti, por su parte, no da puntada sin hilo y le encanta ser el malo de la película, a costa de volver tarumba a los de dentro y a los de fuera; Sandra y Julen materializan su acercamiento, y el tonteo es almíbar puro. «Cada noche lo paso peor porque cada vez nos acercamos más y voy a explotar», confesaba el joven. Así que hacen la cucharita bajo el edredón y asunto arreglado. ¡Ah!, y se salvaron de la nominación Emmy y Cristina Porta, y el Maestro Joao salió disfrazado de oveja en un cameo más surrealista que Dalí a lomos de un elefante verde.

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