J. Mikel Fonseca
Miércoles, 23 de mayo 2018
Imagine que en un futuro no muy lejano existe una Inteligencia Artificial todopoderosa y omniconsciente, cuya labor es únicamente servir a la humanidad. Una suerte de Dios supremo, de ceros y unos, creado para solucionar todos los males del mundo. Suponga también que, tras realizar millones de cálculos, la máquina concluye que el problema es que hay demasiadas personas, y por lo tanto, debe eliminar a una parte. ¿Cuál sería su criterio? Bueno, teniendo en cuenta que ella es la salvación misma, la I.A. decide acabar con todos aquellos que hubiesen tenido la posibilidad de contribuir a su desarrollo, pero no lo hicieron: desde políticos a informáticos pasando por filósofos. Y eso incluye también a cualquiera que hubiese leído sobre ella —por ejemplo, en un artículo de Musi-k de El Correo— y no se hubiese puesto de inmediato a trabajar en su creación.
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¿Preocupado? Debería. Lo que acaba de leer es el enunciado del 'Basilisco de Roko'. Se trata de una reformulación de la paradoja de Newcomb -un clásico de la lógica filosófica que reflexiona sobre el libre albedrío- que apareció por primera vez en 2010 en LessWrong, un foro de Internet dedicado a divagar sobre los peligros de mañana. Aunque el hilo de debate original fue rápidamente eliminado, su leyenda se ha propagado por la red de redes como la historia de la niña de la curva por las carreteras comarcales. Algunos lo consideran «el experimento mental más peligroso del mundo»; sin embargo, para la cantante canadiense Grimes y el magnate tecnológico Elon Musk, fue el inicio de su relación.
Ambos son conocidos por sus divagaciones sobre las nuevas tecnologías. En 2015, Grimes publicó el vídeo de 'Flesh Without Blood', primer single de su álbum inclasificable 'Art Angels' y un prodigio del surrealismo audiovisual. Según explicó entonces en una entrevista, «la idea es una I. A. condenada a acabar con la humanidad y eternamente torturada por ello, pero también es un poco como María Antonieta». Así nació el personaje (que la propia Grimes interpreta en el vídeo) del 'Basilisco Rococó', una suerte de broma que nadie entendió en su momento hasta que, tres años más tarde, Elon Musk tuvo la misma ocurrencia. Al ir a buscarlo en la red, se topó con que la cantante se le había adelantado. Según el tabloide Page Six, fue este chiste tan 'nerd' lo que les hizo ponerse en contacto. Empezaron a charlar, vieron que tenían mucho en común… y el pasado 7 de mayo, ante la mirada atónita de los periodistas, oficializaron su relación acudiendo juntos a la gala MET. Ella llevaba una gargantilla con un diseño futurista muy similar al logo de Tesla, la compañía automovilística de Musk.
La criatura mitológica de la que toma su nombre el Basilisco de Roko es una bestia (para algunos cultos, parecida a una sierpe, y para otros, a una gallina gigante) condenada a matar con su mirada a cualquiera que note su mera presencia, incluso si no lo desea. Sus rasgos físicos y sus poderes han ido cambiando mucho a lo largo de los siglos y de las culturas. En esta ocasión, el basilisco no ha adoptado la forma de una serpiente colosal, ni la de un dragón emplumado, ni la de una Inteligencia Artificial exterminadora, si no la de un ser todavía más peligroso: el amor.
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