Esperanza Aguirre, al volante y en viñeta

Es una historieta sobre 'Hulka' (la versión femenina del monstruo verde), con dibujos de Julián López (Barcelona, 1982). Un artista muy reputado, que ha fichado la editorial estadounidense Marvel. Página a página, viñeta a viñeta, se van conociendo detalles sobre la rutina laboral y -sobre todo- las pasmosas transformaciones de la abogada Jennifer Walters, la prima de Hulk, que cambia de color y dimensiones en cuanto se le calienta la cabeza. Todo muy entretenido.

Hasta que asoma un personaje que rompe los esquemas. Una mujer que pierde los estribos en el interior de un coche, con el techo abollado, y un sobre apretujado en una de las viseras del vehículo donde se llega a leer... 'Mr. Barc...'. La señora tiene un parecido insólito con Esperanza Aguirre. Después de la primera impresión, se remata el golpe de efecto con la segunda y última ilustración de la conductora furiosa. Aparece con el puño cerrado, mirando hacia el cielo, mientras lanza insultos y amenaza con una demanda. Nada más. No muta de color ni triplica su tamaño. El ataque de cólera no provoca ninguna metamorfosis. Al menos, visible.

«No tiene ninguna relevancia en la trama. Solo aparece en una escena. Me pedían que dibujara alguien soberbio y con un coche caro. Hice lo primero que se me ocurrió y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... o quizás no», explicaba ayer el dibujante catalán, desbordado por el interés, conmoción y chufla que estaba generando la viñeta en las redes sociales. En ningún momento se imaginó que el clon de la expresidenta del PP madrileño pudiera convertirse a velocidad de vértigo en 'trending topic'.

Muy probablemente la ola de calor, que tuvo ayer a muchos españoles tirados a la bartola y mirando las musarañas, también haya contribuido a disparar la curiosidad por las andanzas del 'cameo' de una figura que en las últimas semanas ha vuelto a la carga en la esfera pública. Su apoyo a Pablo Casado, nuevo presidente del PP, ha recolocado su estampa inconfundible bajo los focos. Eso sí, con un perfil relativamente discreto, nada que ver con el que mostraba en 2014, cuando protagonizó el episodio del automóvil que ahora se recrea en una viñeta de Marvel.

En aquella ocasión, la entonces presidenta del PP madrileño aparcó mal su coche en un carril bus para sacar dinero de un cajero y -según el parte que dio la Policía- ignoró a los agentes que le llamaron la atención, se puso al volante, golpeó la moto de uno de ellos y se marchó a su casa. Según el expediente, también desobedeció al coche patrulla que se puso a su altura y le ordenó que se detuviera. Una vez en su residencia, en el barrio de Malasaña, la pareja de la Guardia Civil que custodiaba la casa propuso a la Policía la redacción de un parte amistoso del incidente.

No se llegó a ningún acuerdo y los agentes pusieron una denuncia contra Esperanza Aguirre por desobediencia a la autoridad. Meses después, cuando era candidata a la Alcaldía de Madrid, el juez archivó la causa porque «hay serias dudas sobre la credibilidad de los policías». Se pasó página pero ahora llega un tebeo de Marvel para darle vidilla al asunto.