Bernardo Atxaga da una charla este jueves en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. IGOR AIZPURU
Bernardo Atxaga | Autor de 'Desde el otro lado'

«La libertad crece cuando tomas distancia»

Mañana, en la casa de cultura ·

El Aula de Cultura de EL CORREO reúne al escritor y a Begoña Zubieta mañana en Vitoria con motivo de la publicación de su nuevo libro de relatos

Miércoles, 30 de marzo 2022, 00:39

La capacidad de evocación de Bernardo Atxaga (Asteasu, 1950) a través de sus escritos, en versos, novelas e incluso ensayos, parece inagotable. En su último libro, 'Desde el otro lado', reúne cuatro relatos en los que recurre a la naturaleza, a las voces de animales y espectros que se convierten en narradores y protagonistas. Mañana, el Aula de Cultura de EL CORREO recibe a Atxaga, que conversará con la periodista Begoña Zubieta acerca de la concepción de un libro en el que vibran temas como la soledad, la muerte, la violencia o el mundo rural. El encuentro será en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa (19.30 horas).

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– Las primeras reseñas subrayan el humor negro en este libro. ¿Se ha divertido escribiendo?

– Efectivamente, ha sido un libro fácil, que ha salido casi sin esfuerzo. Tenía la gran ventana de que el primero de los relatos fue escrito hace más de 40 años y la traducción estaba hecha; el segundo también lo tenía traducido, aunque no publicado en castellano. Y el tercero es el de humor más bien negro, 'Conferencia sobre la vida y la muerte en el cementerio de Obaba-Ugarte'. Lo escribí para otro libro, pero por ese humor no era adecuado. La cuarta pieza, 'Un crimen de película', es el texto con he escrito con más gusto y más facilidad. Tan solo otro he escrito y he gozado de esa manera con 'Memorias de una vaca'.

– Ha contado que en 20 días tenía listo ese último relato…

– Sí, tiene una motivación y es que había estado más de seis meses con mi mujer enfrentándome a una traducción de Shakespeare para la producción 'Erresuma/Kingdom/Reino', dirigida por Calixto Beitio. Esos seis meses han sido de los más duros de mi vida porque la traducción fue extraordinariamente difícil. Había tensado tanto la cuerda de un trabajo enorme que solo con el impulso de liberarme podría haber escrito una novela de 400 páginas. Lo escribí muy rápido y gozosamente.

– 'Desde el otro lado', como indica el título, tiene una narración de voces alejadas del cemento.

– Cuando se adapta un punto de vista que no es el usual y tomas distancia, tienes una libertad absoluta. Se cuenta todo desde otro lado con una serpiente, un espectro o un búho como narrador, lo que no exige detalles naturalistas como ocurría en 'Casas y tumbas', Esta misma mañana he leído un cuento de Gógol, 'La nariz', una narración en la que el personaje es la nariz que se escapa de la cara de un funcionario y es algo que la literatura puede hacer.

– En una charla anterior en Vitoria dijo que para empezar a escribir era importante repasar los textos de la infancia. ¿Acude a ellos?

– Más que a textos de la infancia, a la misma infancia. Creo que la niñez está en el origen de la escritura poética, es como el tintero en el que mojas la pluma cada vez que escribes poesía. En la primera narración de 'Desde el otro lado' aparece la idea de la muerte y la imagen que me guía es la experiencia de la muerte cuando era niño… Aquella muerte en la infancia y lo que viene a la memoria, la tengo muy grabada.

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– La pandemia global, la guerra en Ucrania… ¿se complica ser optimista?

– Es difícil tenerlo, pero todo hay que medirlo. Para resumir, la realidad no es la realidad que figura en las portadas de los periódicos. La realidad personal y la de las portadas no coincide. Lo digo con cierta radicalidad porque si eso ocurre se pueden producir distorsiones y alguien que toma un café y un croissant en una cafetería en la calle Dato se puede sentir realmente deprimida porque a miles de kilómetros hay una guerra. No me gusta la gente que se deprime o alegra conforme a lo que ve en el noticiario. En este caso me parece fundamental apoyar a las organizaciones que están in situ (Save The Children, Amnistía Internacional…) de la manera que sabes o puedes aportar. En los motivos de la guerra, ahí dejo que la pelota vaya al rebote. No tengo un criterio claro, veo que no se habla de muchas cosas que pasaron en 2014.

– Hace una semana Ordorika, a quien acompaña en la gira que recupera el disco 'Hautsi da anphora', comentaba que parte de la sensibilización tiene que ver con las muchas imágenes que nos llegan y que el día en que quienes van en patera lo graben como el móvil nos fijaremos más en África.

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– Es así. Siempre que ocurre una guerra distingo dos momentos. El primero es la atención inmediata del que sufre. Y un segundo momento que es el de la reflexión y el conocimiento de las causas y efectos bien medidos sin generalizaciones. Se habla de consecuencias de la guerra y de lo que esto 'nos' traerá. ¿Nos? ¿A quién? Hay gente a la que le llevará al hambre y hay gente a la que no le afectará. El matiz en ese segundo momento tiene que estar. Ahora veo interpretación, sobreinterpretación y algunas delirantes como la que dice que en Rusia son diabólicos y no tienen ninguna cultura. Escuchas a Tchaikovski y piensas que es excesivo ese mal retrato que se hace de Rusia. Yo hoy mismo he estado leyendo a Gógol.

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