Cafetería del Casco Viejo (mejores tartas)

La nueva cafetería del Casco Viejo con las mejores tartas en la que un robot hace de camarero

Daniel Duarte y Patxi González le han dado un toque original y diferente al Casco Viejo de Bilbao con la apertura de Terra Kafe, una cafetería y pastelería ubicada en el número 14 de la calle Bidebarrieta que sorprende a los bilbaínos con un café de especialidad de Costa Rica y todo tipo de tartas y dulces elaborados de manera artesanal, con mimo y cariño. El proyecto, que vio la luz el pasado 29 de marzo, en plena Semana Santa, nace con la idea de ofrecer un modelo de negocio diferente e innovador.

Patxi es de Bilbao, y Daniel nació en México, pero lleva 18 años viviendo en la villa. Se conocieron en 'Hegoak', una asociación LGTB donde practicaban el activismo «por amor al arte», y ahí forjaron su amistad. A partir de 2014, decidieron dedicarse al sector hotelero. El bilbaíno regenta Bilbao Central Hostel, situado en la calle Fernández del Campo, y su compañero fundó el hostel Iturrienea del Casco Viejo. Todo cambió en el año 2020, con la llegada de la pandemia. «Fue devastadora; prácticamente nadie viajaba. A raíz de aquella experiencia, nos dimos cuenta de que era muy arriesgado depender de un solo sector, así que decidimos innovar», explica Daniel, que se lanzó a la aventura para abrir una cafetería con toque internacional en el corazón de la villa.

La idea surgió en un viaje a Asia. «En unas calles de Vietnam, vimos cafeterías muy originales, y se nos ocurrió crear un negocio único, que se salga de lo tradicional. Queríamos una cafetería que hiciera referencia a todas las culturas, con tartas de todos los países», dice. En Terra Kafe está todo pensado al milímetro. Hasta la decoración. Los emprendedores han trabajado con empeño y con la ayuda del arquitecto Juan Carlos Martínez para crear un local que despierte emociones para que los clientes «se sientan como en casa».

A través de los colores, las formas y la posición del mobiliario, han hecho referencia a los cuatro elementos de la naturaleza: el agua, la tierra, el fuego y el aire. La entrada, con una gran alfombra floral, le da un toque selvático al espacio, que combina a la perfección con algunos toques de madera. El techo, de color azul, representa el agua; y la cocina, en tonos rojizos, el fuego. «Nuestra idea ha sido crear un espacio multicultural, cosmopolita, con toque ecléctico y sin una identidad definida, porque queremos que sea para todo el mundo. Por eso el nombre de Terra Kafe», comenta.

Al entrar, un aroma suave deleita todos los sentidos. Es el café. Pero no cualquiera. Ofrecen un arábica de la zona de Costa Rica; tiene cuerpo, es potente y su sabor es afrutado. David lo tiene claro: para que deje huella, tiene que tener personalidad. «Un buen café no puede pasar desapercibido, se tiene que notar un sabor característico. A veces, es una apuesta arriesgada, pero es la manera de diferenciarse. Lo servimos en una taza bonita, acorde al local y con una buena leche que tenga cremosidad. Cuidamos todo», asegura.

Además, también sorprenden con tartas de todo tipo de sabores. David las elabora de manera artesanal, con cariño y mucho mimo, poniendo el foco en el 'slow cooking'. Las hace en su cocina, que está abierta al público, para que bilbaínos y turistas puedan ver el proceso de elaboración. «Las cafeterías de hoy en día están más orientadas a la bollería, y aquí las tartas no son tan populares como en otros sitios de Europa. Me gusta hacer propuestas de diferentes países para sorprender».

Ofrece todo tipo de opciones: la Tatín de Francia, la de queso de la Viña, la tarta Charlotte de Estados Unidos y la Castela de Taiwán, entre otras. También triunfan la Red Velvet, la Carrot Cake, la de galleta Lotus y la de Ferrero. David y Patxi han querido crear un negocio que va más allá de ser una cafetería. «Parte del concepto de Terra Kafe es el espacio y el proyecto arquitectónico. Era muy importante para nosotros, porque queríamos crear una experiencia completa en un entorno bonito, con mobiliario cómodo para que la gente esté a gusto y se divierta».

Y han dado un paso más allá. La cafetería se ha convertido en un espacio innovador que también utiliza la última tecnología para ofrecer un servicio de calidad a los clientes. Además de su equipo de cinco personas, cuentan con Terri, un robot que se encarga de llevar los pedidos a las mesas y que causa sensación entre los bilbaínos y turistas que visitan el local. «Tiene sensores inteligentes, y cuando detecta a una persona, la evita para poder transitar de forma cómoda, sin interrupciones. No sustituye a ningún trabajador, pero facilita su labor. Tiene mucho éxito entre los niños y las personas mayores. Siempre sacan el móvil para hacer fotos», ríe.

Patxi y Daniel son emprendedores incansables. Desde que han abierto su negocio, no han parado de pensar en ideas creativas para seguir sorprendiendo a quienes buscan una experiencia gastronómica diferente. Van con calma y disfrutan del proceso, pero en un futuro, les encantaría crear un podcast sobre redes sociales en Terra Kafe. «Me encanta hablar con la gente en el desayuno, conocer a personas y profundizar en todo tipo de temas. No me cierro a nada, soy un 'todoterreno' y me gusta divertirme», dice Daniel.

Comienzan esta aventura con ilusión y con ganas de darle un toque original a la hostelería de Bilbao. «No hago esto solo por dinero, es algo vocacional, un nuevo reto. Soy feliz de lunes a domingo con lo que hago. Hay un proverbio que escuché una vez y que me marcó para siempre: 'Uno de los secretos de la felicidad es convertir uno de tus 'hobbies' en tu forma de vida», concluye.

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