Los cinco errores que hacen que tu armario nunca esté ordenado
En determinadas épocas del año es probable que el ropero acabe manga por hombro y no encontremos nada. Aquí las claves para poner un poco de orden y concierto en el armario (y en nuestra vida)
Los japoneses tienen una sana costumbre en la recta final del año: hacer Oosouji, que significa literalmente limpieza de la casa. Un método que ellos consideran además una técnica de relajación que aporta múltiples beneficios a nivel mental, ya que para los japoneses tirar lo que ya no se usa o sirve aporta sensación de libertad. Aunque suelen hacerlo cada 28 de diciembre, en realidad lo puedes poner en práctica en cualquier momento. En este sentido, ordenar el armario antes de cerrar el 2021 también nos puede ayudar a nivel emocional o mental para quitarnos cargas y arrancar el nuevo año sintiéndonos más ligeros.
Publicidad
Noticia Relacionada
Oosouji, el método japonés para limpiar la casa fácilmente
¡Shhh! Te contaré un secreto. No hace falta tener un vestidor como el de Carrie Bradshaw, la protagonista de 'Sexo en Nueva York', para presumir de armario. Da igual que sea más grande, más pequeño, abierto, cerrado, blanco, marrón... poniendo en práctica los siguientes consejos, lograrás que siempre esté perfectamente ordenado. El objetivo es que tu armario hable de ti, de tu estilo y personalidad, que cuando lo abras te transmita paz y encuentres cada día el 'look' ideal.
Para conseguirlo, una buena forma de empezar es tener la ropa doblada con mimo y bien perchada, además ordenada por colores, de más oscuro a más claro. Una vez hecho esto, te contaré los cinco errores más comunes que suelo encontrarme al ordenar armarios para que no caigas en ellos:
1. Utilizar diferentes tipos de perchas
Quizás sea uno de los errores más comunes, pero no hay que mezclar perchas de metal, de madera, de terciopelo, de plástico e incluso de tintorería. Es un tema en el que hago mucho hincapié, porque las perchas son la columna vertebral de cualquier armario. Mis favoritas son las de terciopelo o madera, y suelo decantarme por unas u otras en función de la cantidad de ropa y espacio que haya. Por ejemplo, si hay poco espacio y mucha ropa, debes usar perchas finas, pero si por el contrario hay mucho espacio, las perchas de madera son una buena opción. Igualmente, si tienes prendas que pesen mucho, las más recomendables son las de madera.
Mi consejo para tener un armario en armonía es que todas sean del mismo material y de las mismas tonalidades. Es algo sencillo de cambiar y que dará un giro de 180 grados al aspecto de tu armario. Además, es importante utilizar perchas de calidad para que no hagan marcas, no se resbale la ropa, no destiñan o se enganchen.
Publicidad
2. Mezclar las prendas de varias personas por zonas
En muchos hogares se comparte un mismo armario entre dos o más miembros de la familia, y lo que suele ocurrir es que las prendas de cada persona no están separadas. Al no destinar una zona del armario para cada uno, se convierte en un auténtico caos y las prendas acaban mezcladas, siendo imposible encontrar nada. La solución para evitarlo es definir qué zona del armario corresponde a quién. En el caso de que haya peques en casa, es importante dejar las zonas bajas del armario para sus prendas y que puedan acceder a ellas fácilmente.
3. No adaptar la distribución del armario a tus necesidades
Otro de los grandes errores es tener una distribución del armario que no se adapte a tus necesidades o estilo de vestir (poca cantidad de barras de perchas, demasiada altura entre baldas, ningún cajón) Para evitarlo, párate un momento y mira con detenimiento qué tipo de prendas tienes y cómo podrías aprovechar más los espacios. A veces basta con doblar pantalones vaqueros en vez de percharlos, doblar la ropa de deporte en vertical, mover alguna balda de altura, colocar cestas con compartimentos para que las cosas se mantengan separadas y contenidas, colgar los vestidos a la mitad para que no arrastren… ¡Observa tu armario y potencia sus posibilidades!
Publicidad
4. Colocar lo que apenas se usa junto al resto de ropa
Los grandes 'ladrones de espacio' en tu armario son los trajes de boda, ski, disfraces y, en general, toda la ropa que usas en contadas ocasiones. Colocar a estos 'ladrones de espacio' junto con la ropa que te pones a diario hace que pierdas un hueco muy preciado. En el caso de este tipo de prendas que solo utilizas dos veces al año, o a veces ni eso, te recomiendo sacarlas del armario, meterlas en cajas de tela y guardarlas en algún altillo, debajo de la cama o en el trastero. Por supuesto, recuerda etiquetar las cajas para saber qué has metido dentro y localizarlo a la primera cuando vayas a necesitarlo.
5. Juntar la ropa de distintas categorías
No unificar prendas y accesorios por categorías, tales como pantalones, camisetas, polos o sudaderas, hará que te cueste más tiempo encontrar tu look de cada día o provocará que te compres prendas muy similares, porque no te acordabas de que ya tenías una igual. Para evitarlo, agrupa tu ropa por tipos, es decir, cada oveja con su pareja. Un truquito extra que te hará ahorrar tiempo es colocar las prendas siguiendo el orden en que te vistes. Un ejemplo sería colocar en las baldas superiores jerseys, debajo camisetas y después pantalones. Y haremos lo mismo con la ropa perchada, solo que de izquierda a derecha: primero abrigos, luego chaquetas, americanas, camisetas de manga larga, de manga corta, de tirantes, pantalones, faldas…
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión