Don Manuel abre su nueva pastelería de Alameda Recalde, en Bilbao.

Don Manuel abre este jueves su nueva pastelería de Alameda Recalde

Garantiza así la continuidad del negocio familiar, de la mano de sus hijas, María y Nadia. «Ellas tomarán este dulce legado», dice orgulloso

Martes, 7 de octubre 2025, 19:43

Don Manuel es un nombre que despierta la fascinación de lo dulce y se merece un buen bocado por elaborar y encumbrar desde hace cuarenta años algunas de las mejores piezas de la pastelería vasca. Tras una brillante estancia en Alameda Urquijo, el establecimiento cambia de dirección, aunque no mucho. Se desplazará poco metros, ya que desde el jueves despachará al público en el número 35 de Alameda Recalde, donde emplazará su nueva pastelería y obrador. La inauguración del establecimiento, de carácter íntimo, tendrá lugar, no obstante, a las 19.30 horas de este miércoles y reunirá a familiares y amigos.

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A Don Manuel y familia los acompañarán en el evento inaugural personalidades de la sociedad bilbaína, junto a sus compañeros de profesión, proveedores, clientes y amigos, que los cuenta por legión. El acto no solo celebrará la nueva ubicación sino «la continuidad» junto a José Manuel Angulo Enales y Elena Morán de sus hijas Nadia y María Angulo, que continuarán la tradición de un Bilbao «dulce manteniendo a su lado a los de siempre y dando la bienvenida a los futuros». Don Manuel lleva posando como una estrella del rock desde hace meses en un gigantesco mural realizado con spray por el artista Alejandro González Osés que le ha retratado con las manos en la masa, al estilo de las grandes figuras de la música.

«Mi profesión es también mi hobby»

Don Manuel, para muchísimos bilbaínos, es uno de los pasteleros vizcaínos más renombrados. Se inició en el oficio hace casi 60 años, tras formarse en Alicante, Barcelona, Alemania y Francia. «Considero un hobby mi profesión», subraya. Entró de aprendiz en el negocio de Felipe Zorita, donde estuvo desde los 14 a los 34 años. Allí lo aprendió todo, hasta que se independizó y abrió un local en la antigua pastelería Umbe de Deusto, siempre al lado de su mujer, Elena Morán.

Recuerda que dudaron con el nombre a elegir. ¿Don Basilio? ¿Don Néstor? Optó finalmente por Don Manuel, con el que se ha ganado una merecida fama y prestigio desde 1984. Cuatro décadas después, el presidente del Gremio de Artesanos de Pastelería y Confitería de Bizkaia, lejos de retirarse, sigue madrugando lo que no está escrito para llegar al obrador. Si cuesta retirar a los rockeros de los escenarios, no hay quien pueda con Don Manuel. Es el 'boss' de los obradores. A sus 72 años, este artista, nacido «en el barrio de Ollería Alta», podría dedicarse a una vida contemplativa, porque ya ha trabajado lo suyo, pero quiere echar una mano a las herederas. A sus hijas, María y Nadia, que ya explotan un pequeño despacho en la Plaza Campuzano. Pero a las que les va tocar seguir este dulce legado. «A mi edad ya.... ¡Es por el futuro de estas niñas!», se justifica. «Van a ser las sucesoras», se enorgullece.

El nuevo local ocupará más de 200 metros cuadrados, a los que habrá que sumar una superficie similar en la planta sótano. Si en Alameda Urquijo disfruta de un gran escaparate, ahora busca «una mayor visibilidad y estar en una zona más céntrica. Es una calle muy importante», se felicita. «Pretendemos dar una mayor modernidad a la transición», matiza María. A principios de septiembre, varios individuos entraron en el establecimiento con la intención de robar herramientas.

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Con los pasteles de Angulo es fácil perder el sentido, mientras contribuye a la creación de puestos de trabajo al emplear a 25 personas. «Gracias a Dios nos funciona el negocio. Tenemos gente muy buena detrás», se sincera. De las obras se ha encargado Verno, la empresa de su primo Fernando –«es un fenómeno al que le gustan los juegos de luces»– que ha decorado algunos de los restaurantes y bares más espectaculares de Bilbao. Asegurarse el relevo generacional permitirá a padre e hijas seguir elaborando carolinas, bollos de mantequilla, chuchitos de crema, tocinos de cielo... «Para que haya una buena modernidad tiene que haber una tradición».

María insiste en que su objetivo es mantener el nivel de su padre y «lo artesano». «En Euskadi y en Bizkaia y en Bilbao, en concreto, somos muy tradicionales. Mantenemos mucho nuestras raíces. Hay quien empieza haciendo desde el bollo a la carolina, hasta hacer lo que hay que hacer, el Puente Colgante, si hace falta», defiende. Es lo que tiene llevar tantos años al frente de un negocio. Casi 60 desde que empezó a dar valor a los productos artesanos y nos empezara a ganar con sus pasteles. Ahora, aunque en un papel menos protagonista, que cede a sus hijas, emprende «un nuevo camino con la tradición de siempre». Por eso no faltarán en sus atractivas estanterías la Baldosa de Bilbao, pero no la de pisar sino la de comer. Celia Cruz, de vivir, cantaría con mucho gusto al lado de Don Manuel ¡Azúuuuucar!

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