Los coches más contaminantes seguirán entrando en Barakaldo, Getxo y Bilbao durante meses

De hecho, solo 10 de las 148 localidades españolas afectadas por la nueva normativa han cumplido con la obligación: Madrid, Barcelona y Pontevedra (donde las ZBE ya llevan un tiempo funcionando), así como Pamplona, Sevilla, Zaragoza, Cornellà, L'Hospitalet de Llobregat, Sant Cugat del Vallès y Rivas-Vaciamadrid. A ellas hay que sumar Gijón, que, aunque aún no tiene su ZBE, ha decidido ir más allá y vetar el acceso a todos los coches que carecen de pegatina ambiental a todo su término municipal. Una decisión que ha sido anulada recientemente por los jueces.

Este adhesivo de la DGT que se coloca en la esquina inferior derecha del parabrisas se va a popularizar en este 2023. Los coches más contaminantes (los diésel que fueron matriculados antes de 2006 y los gasolina con 21 años o más) no pueden obtenerlo y serán los que se quedarán fuera si, llegado el caso, los tres ayuntamientos vizcaínos ponen en marcha sus ZBE.

¿Cómo está la situación? ¿De qué plazo estamos hablando? ¿A qué esperan los consistorios aludidos para ponerse al día? Lo primero que hay que decir es que el decreto estatal que desarrolla la Ley de Cambio Climático llegó muy tarde: el 27 de diciembre. Y que hubo presiones. Incluso la Federación de Municipios y Provincias solicitó una moratoria. Restringir el acceso de vehículos a una parte de la ciudad se considera una medida controvertida y que puede tener un alto desgaste para los gobernantes. A nadie se le escapa que en mayo hay elecciones locales. Ahora mismo, el proyecto está más avanzado en Bilbao que en Getxo y Barakaldo.

La capital vizcaína está a la espera de un estudio de caracterización de los vehículos que circulan por su casco urbano. Se quiere saber el tipo de automóvil (gasolina, diésel, eléctrico, híbrido...) y antigüedad. Además, se trabaja también en fijar el punto de partida. Es decir, cuál es el grado de contaminación de la villa. Porque el objetivo último de las ZBE es mejorar la calidad del aire y cumplir con los niveles mínimos exigidos por la Organización Mundial de la Salud (actualizados a finales de 2021 y bastante más restrictivos que los anteriores).

Además, Bilbao ha puesto en marcha un contrato para dotarse de 27 cámaras y lectores de matrícula que podrán conocer en todo momento la antigüedad de los vehículos que circulan por el corazón de la villa y sancionar a sus conductores si así se estipulase. Cuando esta tarea se complete, apuntan fuentes municipales, habrá que definir una estrategia y sacar adelante una ordenanza. El decreto aprobado el 27 de diciembre abre incluso la puerta a que los ayuntamientos no restrinjan la circulación si se cumple con los criterios de calidad del aire. Desde el Consistorio de Bilbao ponen ahora en valor ese matiz. «Podría darse el caso que, aplicando otras medidas (peatonalizaciones, controles de velocidad...), no fuera necesario finalmente vetar a ningún coche». Por ahora, esto es solo una posibilidad.

Getxo, por su parte, ha avanzado en los últimos meses con actuaciones para peatonalizar o calmar el tráfico en la Calle Mayor, el entorno de la plaza de Las Arenas o Zugazarte. También ha actualizado su plan de movilidad y ha puesto en marcha un parking en Manuel Gainza. En este contexto, el área de Medio Ambiente quiere también tener un estudio sobre las emisiones y la contaminación existente. Se espera que este informe llegue antes de que finalice el primer semestre del año. Con los resultados en la mano será «el momento de fijar los objetivos y las zonas concretas» que, llegado el caso, se implementarían. Por lo tanto, quedan también varios meses más de espera.

Y, por último, en Barakaldo acaban de encargar un estudio similar al de Getxo y Bilbao. El Consistorio fabril quiere reducir la polución, también mejorar la seguridad vial en el municipio y la contaminación sonora, pero los responsables del área de Sostenibilidad son conscientes de que son muchas las dificultades, como «la falta de un técnico de movilidad» o la interferencia que pueden ejercer en la ecuación final sobre la calidad del aire infraestructuras que escapan de su competencia como es la autopista A-8.