Sólo un tercio de los hoteles vascos tuvo actividad en mayo

La apertura de estos locales desde esa fecha ha sido, matiza el Eustat, «continuada, pero tímida, al mismo tiempo». En concreto, el mes pasado sólo 188 de ellos mantuvieron alguna actividad hotelera, y 430 permanecieron cerrados. Es decir, sólo un tercio funcionó. En abril, apenas medio centenar de establecimientos acogieron de manera puntual o de forma continuada al personal esencial, así como a aquellas personas que por causa de fuerza mayor o necesidad requirieron alojamiento puntual o de temporada.

Por territorios históricos, el ligero incremento observado en la actividad fue generalizado, de modo que en Álava se pasó de 6 locales en marcha en abril a 20 en mayo; en Bizkaia, de 29 a 80, y en Gipuzkoa, de 21 a 88. No obstante, estas cifras no suponen más que un tercio de los establecimientos que estuvieron abiertos un año antes. Tanto en entradas de viajeros como en pernoctaciones la comparación con el mes de mayo de 2019 revela «el inmenso efecto» de la crisis del coronavirus sobre el sector hotelero vasco, destaca el Eustat. Esta vez se registraron 7.764 entradas, que derivaron en 30.049 pernoctaciones, frente a las 295.055 y 574.422, respectivamente, de hace un año.

Alojamientos rurales

El impacto de las restricciones impuestas por la crisis sanitaria ha sido igual de duro en los alojamientos rurales. De hecho, sólo 167 de ellos tuvieron algún tipo de actividad en mayo, frente a los 371 que estaban en funcionamiento doce meses atrás. 260 establecimientos permanecieron cerrados durante todo el mes. Un año antes fueron 51.

Las entradas en los alojamientos de turismo rural se elevaron en mayo a 996, cuando en abril se quedaron en 230, pero la cifra aún se sitúa muy por debajo de las 15.688 que se contabilizaron en el quinto mes de 2019. Las pernoctaciones, por su parte, sumaron 5.001, frente a las 33.288 del pasado año.