¿Seis meses de permiso por ser padre o madre en Euskadi?

Ellas interrumpen su trayectoria laboral y renuncian a una parte del sueldo -y de la cotización a la Seguridad Social- para cuidar a los hijos, mientras ellos continúan trabajando y cotizando. En cuestión de roles sexistas nada ha cambiado sustancialmente a pesar del discurso oficial, de los folletos y de las campañas de márketing que las administraciones ponen en marcha para animar a los varones a compartir las tareas domésticas. Que todo sigue igual lo demuestran los algo más de 30 millones de euros de ayudas a la conciliación que el Gobierno vasco repartió el pasado año entre más de 20.000 familias vascas. Desde que se empezaron a conceder esos subsidios por excedencia y reducción de jornada, sea para cuidar a niños o a personas dependientes, el 90% los piden mujeres. Ese es el trasfondo del debate que el Parlamento vasco abordará mañana sobre los permisos de maternidad y paternidad en Euskadi, fijados actualmente por la Seguridad Social en cuatro meses remunerados para ella y dos semanas para él. No obstante, en la Administración vasca la mujer disfruta de cuatro meses y dos semanas y el hombre de un mes (la diferencia la paga el Gobierno de Vitoria). Ahora, a instancias de EH Bildu, la Cámara vasca va a discutir si es posible equiparar a ambos progenitores, de modo que él disfrute también de cuatro meses y dos semanas. Pero esa sería la primera fase. Después se iría ampliando paulatinamente hasta llegar a seis meses para cada progenitor, y no sólo en las Administración vasca, sino en las demás instituciones y en las empresas privadas.

Cuestión de competencia

Los parlamentarios de Bildu Iker Casanova y Lur Etxebarria reconocieron ayer que la competencia para regular esa materia es del Congreso, por lo que la única forma de que su propuesta pueda beneficiar obligatoriamente a todos los trabajadores vascos, y no sólo a los del Gobierno autonómico, es que Euskadi reciba esa transferencia.

Hecha esa salvedad, la iniciativa de la formación abertzale -una proposición no de ley- plantea salvaguardas para asegurarse de que se incentiva realmente el reparto equitativo de tareas del hogar. El varón no podría ceder sus semanas de permiso a su pareja para que esta las acumule (actualmente ella puede ceder parte del suyo a él, pero pocos lo cogen). Bildu también recuerda que lo ideal es que los cónyuges no pidan la licencia a la vez, sino por turno, a fin de que cada uno se ocupe por completo del niño cuando le toque.

El proceso para llegar al permiso de seis meses por los hijos -que abarcaría a parejas heterosexuales y homosexuales- arrancaría en 2017 en la Administración vasca. El punto de partida sería una experiencia piloto diseñada en colaboración con Emakunde que habría de presentarse dentro de tres meses. El plan se iría extendiendo por todos los departamentos de Lakua, por las demás instituciones y por las empresas.

El debate del Parlamento vasco llega cuando los permisos de maternidad y paternidad han experimentado en Euskadi una caída parecida a la de las ayudas a la conciliación coincidiendo con el aumento del desempleo. En 2008, la Seguridad Social contabilizó 18.058 licencias de maternidad en la comunidad, de las cuales 656 fueron aprovechadas también por el padre. De forma paralela hubo 15.549 de paternidad. En 2015, los permisos de maternidad ascendieron a 15.067, de las que 801 fueron aprovechados por ellos. Las de paternidad sumaron 13.274.

La proposición de Bildu se inspira en un proyecto que se llevó a cabo en Islandia en 1998. «Al principio -explica la iniciativa- equipararon los permisos en el Ayuntamiento de Reikiavik y posteriormente lo extendieron por toda Islandia».