"Ha sido un viaje durísimo", se duelen los refugiados, todavía en estado de "shock"

Pero los tres refugiados, de 19 y 26 años, todavía están asimilando dónde están y el largo viaje realizado hasta aquí desde Kirkuk, dejando atrás la batalla que libran las fuerzas kurdas para defenderse del Estado Islámico. "Huimos de nuestro país porque en él se vulneran los derechos humanos", han asegurado los jóvenes iraquíes, según revelan fuentes que han seguido de cerca sus declaraciones al traductor. Los tres hablan kurdo y un poco de árabe. Un mediador de Cruz Roja que conoce este segundo idioma hace las veces de traductor estos días con quien se comunica con ellos.

También han hablado de su largo viaje. De esos 6.000 kilómetros recorridos desde el Kurdistán iraquí hasta Hernani, tras pagar entre 7.500 y 9.000 euros a unas mafias con el objetivo de llegar a Inglaterra. Allí, al parecer, les esperaban varios familiares. "Al llegar aquí ni sabíamos dónde estábamos ni por dónde habíamos venido", han declarado los jóvenes, según las fuentes consultadas. Al menos 20 horas de ese periplo, desde el puerto de Amberes hasta Hernani, lo hicieron dentro de un camión frigorífico con matrícula polaca."Ha sido un viaje durísimo", han llegado a declarar.

Los tres jóvenes pasaron ayer la primera jornada completa en Gipuzkoa. Uno de ellos, de 19 años, lo hizo en el Hospital Donostia. Los otros dos se encuentran acogidos en un centro residencial de Cruz Roja. "Están todavía en estado de shock", señaló ayer Kattalin Aranguren, responsable de Acogida e Inclusión Social de la entidad. Según Aranguren, los refugiados hablan poco. "En este momento estamos todavía intentando que se tranquilicen, que entiendan dónde están, dónde han llegado", añade. Para ello, es importante tener una buena comunicación. "Hablan kurdo y entienden algo el árabe. Tenemos un mediador que habla árabe, pero hay que encontrar un intérprete de su idioma para que tengan confianza", afirma la responsable de Cruz Roja.

"Necesidades cubiertas"

En el albergue de Intxaurrondo en el que viven desde el miércoles, están acompañados por personal de Cruz Roja. "Tienen apoyo social, psicológico, jurídico, el mediador... Con nosotros tienen todas las necesidades cubiertas", revela Aranguren, que añade que los jóvenes kurdos "se encuentran nerviosos, pero con ilusión. A nivel físico están bien. Hay que darles tiempo".

De momento, todavía no han pedido asilo político "ni han dicho que lo vayan a solicitar", según confirmaron desde Cruz Roja. La ley les otorga unplazo de un mes para solicitar esta figura, según señalaron ayer fuentes de CEAR (Comisión de Ayuda al refugiado en Euskadi). Si se solicita, se pararía en seco el expediente sancionador por situación irregular abierto contra ellos. "Parece ser que pensaban que iban a llegar a otro sitio. Les hemos tenido que explicar dónde está el País Vasco. Necesitan un tiempo de asimilación. De explicarles la ley de asilo", afirma Aranguren. "En Cruz Roja -añade la responsable- estamos haciendo el trabajo que desempeñamos siempre cuando viene alguna persona que es susceptible de pedir asilo político y protección internacional. Se trabaja con ellos para construir su historia, cuál es el riesgo que tienen, porqué han salido, y cómo han llegado hasta aquí. Entonces se hace una solicitud de asilo".

Fuentes de CEAR Euskadi explicaron que el proceso de petición de asilo político puede alargarse "hasta cinco años". Según explicó Javier Canivell, coordinador del equipo jurídico de dicha institución, los refugiados tiene un plazo de un mes para solicitar el derecho. "Luego hay otro un plazo de otro mes para que España decida si lo rechaza o la admite a trámite". Si se admite a trámite, mientras se estudia o se recibe la respuesta, el solicitante puede vivir de forma legal en el país. "Pero legalmente no puede salir". Esto supondría que los jóvenes kurdos llegados a Hernani no podrían acudir legalmente a Inglaterra, el supuesto final de viaje que querían alcanzar.

En el caso en el que los refugiados consiguieran el estatuto de refugiados políticos, mantendrían su residencia legal en España y podrían salir del país legalmente. Eso sí, solo "como turistas", no podría instalarse en Inglaterra, según señala Canivell. Si decidieran no pedir asilo en España, salir del país y pedir esa protección en Inglaterra, "no se lo van admitir porque ya han estado en España, un país seguro en el que han entrado irregularmente".

Según confirmó la abogada Mercedes Calvo, que representa a dos de los jóvenes iraquíes en el proceso sancionador por situación irregular abierto contra ellos, hoy mismo presentará las alegaciones pertinentes -el plazo es de 48 horas- a un expediente que puede prolongarse entre 4 y 5 meses. "Es un proceso bastante lento", asegura. Mientras tanto, los tres iraquíes se encuentran en situación irregular, pendientes de que se resuelva este proceso sancionador, que podría terminar en una multa o en la expulsión de España.

El drama de los refugiados protagonizó ayer parte de la sesión plenaria celebrada por el Parlamento vasco. La Cámara de Vitoria aprobó un texto para instar al Gobierno autónomo, a las diputaciones, a los ayuntamientos y a las ONG un plan de actuación para la acogida de refugiados en Euskadi, así como a habilitar ayudas de emergencia ante la situación de "extrema gravedad" en la que se encuentran las personas que huyen de conflictos armados. La iniciativa fue aprobada por el PNV, PSE, PP y UPyD, mientras que EH Bildu optó por la abstención, al considerar que la iniciativa es "parcial" porque aborda las "consecuencias", pero no las "causas" de este problema.