El precio de la vivienda limita la solicitud de la ayuda al alquiler para jóvenes en Bilbao

El mayor crecimiento se dio entre los años 2022 y 2023, justo después de superar la crisis sanitaria. Los perceptores pasaron de ser 891 a 1.590 en doce meses. Las limitaciones económicas para hacer frente al pago del alquiler impulsaron de esta forma a que el número de agraciados engordara un 80%.

Pero la carestía de la vivienda parece haber ralentizado la expansión de este subsidio en Bilbao. Primero porque la subida de los alquileres impide de por sí que los jóvenes puedan independizarse, y por tanto, pedirla, y segundo porque muchos de los inmuebles que se ofertan superan los 800 euros de renta máxima que el Gobierno vasco fija como tope para poder recibir el subsidio. Según la estadística del mercado del alquiler del Departamento de Vivienda, el arrendamiento medio alcanza los 814 euros al mes en Bilbao y hace un año apenas superaba los 790 euros.

En la actualidad, 1.869 jóvenes se benefician de la ayuda en la capital vizcaína, según los datos recopilados hasta octubre. Apenas un 17,5% más que a finales del 2023. Las cifras demuestran que el número de perceptores sigue al alza, pero a un ritmo mucho menor del esperado en una crisis de la vivienda como la actual. Según el Ejecutivo autonómico, la edad media de emancipación se ha elevado hasta los 30,1 años y el 82% de los jóvenes confiesa carecer de ingresos para poder independizarse.

Una de las principales razones por las que el crecimiento es tan reducido es porque apenas hay pisos por debajo de ese umbral máximo establecido en el programa. Para comprobarlo basta con revisar el principal portal inmobiliario del país. De los 379 alquileres disponibles en Idealista, solo nueve se ofertan por un precio igual o menor de 800 euros al mes. El más barato, con una habitación y 55 metros cuadrados, está en el Casco Viejo y cuesta 700 euros. Por contra, la renta del inmueble más caro (con características similares a las del anterior) se eleva hasta los 1.900 euros en Indautxu.

Si analizamos exclusivamente los hogares que están disponibles en el centro de la ciudad, la realidad empeora. En el mismo barrio de Indautxu, el alquiler más asequible es un sexto piso con una sola habitación. Cuesta 980 euros al mes. En Abando, el domicilio menos costoso tiene 45 metros cuadrados, un solo dormitorio y se arrienda por 850 euros al mes. Para los de dos habitaciones el precio asciende hasta los 1.100 euros. Es precisamente la subida de los alquileres lo que ha llevado al Gobierno vasco a plantearse revisar la renta de referencia máxima establecida en las «zonas tensionadas con mayor presión de precios» para facilitar la obtención de la ayuda.

En las áreas metropolitanas de Bilbao y San Sebastián y en los municipios de más de 10.000 habitantes, también existe un límite de 750 euros para ser perceptor de la ayuda, mientras que en el resto de localidades el margen está en 650. El consejero de Vivienda, Denis Itxaso, apuntó que aumentar los límites no tendría por qué incrementar más las rentas en beneficio del dueño. «Con el tensionamiento, neutralizamos el riesgo de que esas mejoras redunden en un recalentamiento del mercado. Los precios están limitados por la ley», asumió Itxaso en el Parlamento.

El 44% de los 7.802 vascos que perciben la ayuda vive en alguna de las tres capitales. Aunque el programa ha perdido fuelle en Bilbao, es en San Sebastián donde menos gancho ha tenido. En 2022 solo la recibieron 266 personas y este año 497. Mientras, Vitoria suma 1.129 beneficiarios.