"El PP vasco tiene que superar la tormenta perfecta"

Borja Sémper (Irun, 1976) se ha convertido en una de las voces más renovadoras de su partido en un momento en el que "la marca PP está sufriendo". Para cambiar la tendencia, reclama una reacción "contundente" que permita a los populares recuperar la confianza de los ciudadanos y frenar el auge de los nuevos partidos. En Euskadi, reconoce que el PP se enfrenta a dificultades especiales, aunque recalca que su proyecto es más "a medio y largo plazo".

- ¿Ha echado en falta una mayor autocrítica dentro de su partido tras la debacle de Andalucía?

- El partido ha reconocido que los resultados no han sido buenos, aunque a mí, más que la autocrítica, me importa la reacción que tengamos a partir de ahora: cómo vamos a ser capaces de recuperar la confianza perdida en una parte del electorado.

- ¿Qué pueden hacer para lograrlo?

- Hay tiempo para recuperar la confianza, pero no tenemos tiempo que perder. Debemos mostrar determinación, ser contundentes y mandar mensajes directos para que la sociedad vuelva a creer en nosotros. A nosotros nos están afectando tres cosas. Una es común a todos los partidos tradicionales, que es la exigencia ciudadana de que las marcas políticas tengan menos peso en favor de las personas y las ideas. El segundo factor que nos afecta es que el Gobierno del PP ha tenido que afrontar una crisis económica inédita y ha adoptado medidas impopulares. Pero creo que eso nos ha afectado en menor medida, porque los ciudadanos son conscientes de que había que hacer esfuerzos. El tercer factor, los casos de corrupción, sí han tenido una mayor incidencia. El binomio crisis económica y políticos enriqueciéndose es demoledor y pasa factura.

- ¿Cómo se cambia esa tendencia?

- La marca del PP está sufriendo y debemos reaccionar, porque no estamos generando ilusión en una parte importante de la sociedad que son potenciales votantes del PP. A mi juicio, habría que reforzar el mensaje de centro reformista, y centrarnos como prioridad en aquellos que lo han pasado especialmente mal durante la crisis. En los últimos años el PP está legislando y tomando medidas para corregir la dinámica anterior, pero la pérdida de credibilidad es tan grande que necesitamos tiempo para recuperarla.

- Mientras tanto, partidos de nueva creación como Podemos o Ciudadanos empiezan a recoger frutos electorales.

- No infravaloro a ninguno de esos partidos, y creo que quien lo haga se equivoca. Me preocupa especialmente un partido como Ciudadanos, porque nos puede quitar una parte del electorado. Parte del discurso de Ciudadanos es similar al del PP, con la diferencia de que no está aquejado por casos de corrupción porque no ha tenido responsabilidades de gobierno.

- ¿Está diciendo que los casos de corrupción son inherentes a todos los partidos que tocan poder?

- No, lo que quiero decir es que para tener casos de corrupción has tenido que gobernar. Salvo Podemos, que ha tenido comportamientos poco éticos de sus dirigentes sin haber tocado gobierno.

- ¿Podemos no le preocupa tanto?

- Creo que ha podido tocar techo porque es un partido ideologizado en la extrema izquierda y eso tiene un ámbito sociológico limitado, aunque importante. También ha conseguido un caudal de simpatía de gente cabreada que no es de extrema izquierda, pero que está dispuesta a votar a Podemos para castigar a los demás. Depende de nosotros demostrar que no hace falta votar a Podemos para fastidiar al resto.

- ¿Ahora mismo la marca PP puede ser una carga para los populares vascos de cara a las municipales?

- Sin duda. Aunque creo que tenemos un elemento diferenciador, porque el PP vasco ha sido la organización del partido que con más rapidez y contundencia ha reaccionado ante determinados casos de corrupción dentro de la formación. Eso yo creo que la gente en Euskadi lo sabe, con lo que podríamos moderar de alguna manera el castigo. Además, la trayectoria del PP vasco, con todo lo que hemos sufrido, también es un aval que permite que mucha gente siga considerándonos un partido de fiar y respetable en Euskadi.

- Las encuestas no apuntan hacia un buen resultado del PP vasco...

- Ahí juegan otros factores. Nosotros estamos en un proceso de evolución, en el que hemos pasado de ser un partido de resistentes a otro de acción. En el momento en el que la sociedad consigue derrotar a ETA, no nos regodeamos en nuestro pasado y decimos que queremos mirar al futuro con optimismo. En ese proceso de transición no estamos despertando el entusiasmo de una parte de la sociedad vasca, pero debemos insistir en esa idea de ocupar la centralidad política en Euskadi, acelerar plazos y acertar con el discurso. Necesitamos tiempo, aunque en política no suelen dártelo. Pero el proyecto del PP vasco no es a corto plazo, sino a medio y largo plazo.

- ¿Están teniendo dificultades para completar las listas municipales?

- Para nosotros todavía sigue siendo complicado hacer política en Euskadi. Ahora no nos matan, pero no tenemos la implantación territorial que tienen otros partidos. Necesitamos tiempo para consolidar el proyecto.

- ¿Pensaban que con el final de la violencia todo sería más fácil?

- Creíamos que, una vez que ETA dejara de matar, nos iba a ser más fácil encontrar candidatos para algunos municipios de Gipuzkoa. Bueno, pues sigue siendo igual de complicado. Porque una cosa es que ETA no te mate y otra que algunos quieran convertirnos en un paria social por ser del PP vasco. Eso es el poso de odio y e intolerancia que ha dejado ETA, pero conseguiremos también superarlo. Aunque me está resultando complicado conseguir concejales para pueblos donde seguramente conseguiremos representación municipal.

- ¿Cómo afronta las próximas elecciones, entonces?

- El PP vasco está en una tormenta perfecta. Estamos teniendo las dificultades del resto de los partidos tradicionales afectados por la evolución de la política; también está la necesidad de proyectar la renovación del mensaje del PP vasco y hacer frente a una mala imagen del PP nacional por los casos de corrupción; a todo ello se une que no tenemos la misma capacidad del resto de las formaciones para hacer política puerta a puerta en algunos pueblos de Euskadi. Estamos afrontando una tormenta perfecta, pero la superaremos.

- En esas circunstancias, ¿mantener la actual representación en las municipales sería un logro?

- Una respuesta de manual me llevaría a decir que nuestro objetivo es ganar, pero si somos realistas, el PP tiene que aspirar a consolidar una posición política que le permita ser determinante tras las próximas elecciones. El objetivo del PP en Gipuzkoa es obtener un resultado suficiente para ser determinante en los próximos gobiernos, fundamentalmente en la Diputación, el Ayuntamiento de San Sebastián y otros ayuntamientos. Eso lo conseguiremos si aguantamos el tipo electoralmente. Para eso debemos demostrar a la sociedad que el PP vasco es un partido diferente no sólo a la propia formación en España, que también, sino con respecto al resto de partidos vascos.

- Rajoy se implicó en la campaña andaluza y fracasó. Para el PP vasco, ¿casi mejor que no haya mucha presencia del Gobierno en la campaña?

- Nosotros vamos a hacer una campaña muy vasca y muy local, en la que nos va a importar más contarle a la gente nuestro compromiso con la ciudad que nuestro compromiso con unas siglas. Estoy muy orgulloso de ser del PP, pero lo que quiero es que mi partido sea mejor cada día. Si Rajoy o cualquier ministro quieren venir a la campaña, serán bienvenidos, por supuesto.

- ¿Esperaban que el Gobierno hubiera tenido otra sensibilidad hacia Euskadi tras el final de la violencia?

- Algunos le piden a Rajoy que haga más fuegos artificiales en torno al final de ETA... Pero la realidad es que no hay un proceso de paz porque ya tenemos paz, y que cada semana que pasa ETA está más enterrada. Lo que el Gobierno hace es cumplir la ley.