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Sándwiches por el mundo

Este versátil emparedado se puede convertir en un aliado para nuestras excursiones e, incluso, en un menú internacional con el que sorprender a nuestros invitados. Recopilamos los sándwiches más famosos y sabrosos del mundo

Marta Madruga

Viernes, 17 de julio 2015, 00:07

Nueve de la noche, usted regresa a casa del trabajo, terriblemente cansado pero con ganas de llevarse algo rico a la boca. Se acuerda, irremediablemente, de la comida casera, de las croquetas de su madre, incluso del número del telepizza. Sin embargo, la nevera le devuelve una imagen desoladora, quizás hay ingredientes escondidos tras el yogur caducado, pero no se siente capaz de juntarlos todos en un puchero, ni siquiera de freír un huevo. Saca el jamón y algunas lonchas de queso, gracias a dios, aún no están secas.

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- Qué, ¿cenamos un sándwich?

La situación le suena familiar, seguro. Es común en estudiantes, empleados, solteros, casados o cabezas de familia, de cualquier género. Este versátil bocata nos ha sacado a todos de más de una. Comidas a toda prisa, en la oficina y en la playa, porque a todo viajero que se precie le asoma el albal de la mochila. Un sándwich es fácil de elaborar, de transportar, resulta barato y además, le gusta a todo el mundo.

Pero plantemos cara al sándwich mixto, al jamón con queso, porque la tradición gastronómica internacional nos da la pauta para ir más allá. Italianos, franceses, portugueses o americanos han perfeccionado la milenaria técnica del 'entre pan y pan', con unos resultados tan deliciosos como sofisticados. Porque este verano, aunque queramos ahorrar en alguna que otra comida de excursionista, podemos sorprender con la gastronomía de medio mundo a modo de emparedado.

Desde Francia, el Croque-monsieur

¿Quién dijo que un sándwich no puede ser elegante y refinado? Esta versión del típico emparedado hace salivar a los más reacios. El croque-monsieur apareció por primera vez en la carta de un café parisino en 1910, elevando el pan con Gruyère, jamón y bechamel al plano de las exquisiteces. Su variante más conocida es el Croque-madame, al que se añade un huevo frito o a la plancha a modo de sabrosa pamela, de ahí la impronta femenina. Ya que nos ponemos manos a la masa, que menos que elaborar tres de estas delicias.

Elaboración:

Lo más complicado de esta receta es la bechamel. Para ello, calentamos la cazuela a fuego suave y fundimos ahí la mantequilla. Después, agregamos la harina sin dejar de remover la mezcla hasta que esta quede perfectamente integrada. Añadimos poco a poco la leche, sin dejar de batir, y la cocinamos a fuego lento durante 15 minutos. Añadimos una pizca de sal y de nuez moscada. Et voilá.

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Dejamos enfriar la salsa para que adquiera mas espesor y, con un cuchillo, la extendemos sobre una de las rebanadas de pan. Colocamos encima una loncha de jamón, de nuevo una capa de bechamel y cerramos el sándwich con otra porción de pan. A continuación, como toque final, esparcimos una capa de bechamel sobre la superficie y espolvoreamos el queso rallado. Unos minutos en el horno, darán como resultado un gratinado dorado, más que apetecible y muy crujiente en el que se integran queso y bechamel. Para chuparse los dedos vamos.

El secreto luso: la Francesinha

A este sándwich no le falta detalle, pocos son los valientes que consiguen acabarse este contundente plato típico de Oporto. Recrear una verdadera Francesinha es quizás complicado, pero podemos intentarlo. Se trata de un sándwich con un relleno de diferentes embutidos y carne, recubierto de queso gratinado y bañado en su totalidad en una salsa picante, a base de tomate y cerveza. Parece más que suficiente, ¿verdad? Pues los portugueses acostumbran a acompañarlo con un buen puñado de patatas fritas y, en ocasiones, un huevo por encima. Huelga recordarlo, pero no es apto para aquellos que tienen problemas con el colesterol.

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Elaboración:

Lo primero será recrear la típica salsa picante. Para ello sofreímos la cebolla con el ajo y unas rodajas de chorizo. Cuando comience a dorar, añadimos un par de cucharadas soperas de tomate triturado, removemos y retiramos del fuego para triturar. En una olla vertimos la mezcla ya triturada y añadimos el caldo de carne, el vino de Oporto (puede sustituirse por un chorrito de Brandy) y la cerveza. Dejamos hervir la mezcla y, mientras, diluímos la harina de maíz en un poco de agua y la incorporamos a la olla. Para darle el toque picante podemos añadir una pizca de tabasco al gusto. Dejamos hervir alrededor de 20 minutos y retiramos la salsa ya terminada del fuego.

Freímos los filetes y las salchicas -ellos utilizan las denominadas 'chipolatas', típicas francesas, pero unas salchichas caseras de pequeño diámetro nos servirán-. Rellenamos el sándwich de dos pisos con las salchicas partidas por la mitad, los filetes, el jamón cocido y el chorizo. Con las lonchas de queso recubrimos el generoso bocata y lo metemos en el horno para que el queso se derrita levemente. Solo nos queda verter una generosa cantidad de salsa sobre el sándwich caliente y añadir, los más valientes, la ración de patatas. Bom apetite!

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Bacon, lettuce and tomato (BLT), el favorito de los ingleses

Es uno de los emparedados más famosos del mundo. Su nombre proviene de la proporción de bacon, lechuga y tomate que se mezcla entre pan y pan para conseguir su genuino sabor. Es fácil de elaborar y muy sabroso. No tiene más salsa que unas cucharadas de mayonesa, asi que puede ser la opción perfecta para viajar envuelto en papel de aluminio.

Elaboración:

Es muy sencilla, freímos el bacon hasta que esté crujiente y colocamos las lonchas sobre el pan, previamente untado con una cuchara de mayonesa. Añadimos por capas la lechuga y el tomate, y cerramos con una nueva rebanada de pan con mayonesa. Para un resultado óptimo podemos meter el emparedado en una sandwichera o pasarlo unos minutos por la sartén, así el pan quedará crujiente y tostado.

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Desde el otro lado del charco: el cubano

Quizás recuerdan ustedes la película 'Chef' (2014), una comedia americana en la que un célebre cocinero acaba despedido de su trabajo y decide subirse a un food truck -esos grandes camiones adaptados con cocina ambulante- para recorrer el mundo vendiendo sus bocadillos. Aviso que aquí viene el spoiler, porque el chef acaba siendo alabado por críticos y cocinillas de medio mundo gracias a su receta sofisticada de sándwich cubano.

Se le conoce como el sándwich cubano o cubanito, y es típico de Cuba y zonas del sur como Miami o Florida, donde desata pasiones y se ha convertido en un clásico del Fast Food más refinado. Consta de lomo de cerdo asado, unas lonchas de jamón cocido o braseado, mostaza, pepinillos y queso.

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Elaboración:

El secreto de este emparedado reside, sin duda, en la carne de cerdo, una pieza de jamón que podemos asar nosotros mismos en el horno. El resto, untar la mostaza en una rebanada de pan y añadir, en capas y por este orden, el jamón york, el cerdo asado, el queso y los pepinillos.

Cerramos el sándwich y recubrimos el pan por ambos lados con una fina capa de mantequilla derretida, lo metemos en la sandwichera -o lo pasamos por la sartén- entre dos o tres minutos por cada lado. El resultado es una verdadera delicia llegada desde el Caribe.

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