El padre, con el rostro cubierto, durante el acto. E. C.

El padre de una niña abusada en Getxo pide que se reabra el caso o se tomará la justicia por su mano

Realizó una breve intervención en la manifestación para arropar a las familias de las cuatro niñas supuestamente agredidas en el Colegio Europa

Sábado, 15 de febrero 2025, 13:52

Decenas de personas participaron en la tarde de ayer en Algorta en una manifestación convocada para arropar a las familias de las cuatro niñas que ... denunciaron a un profesor de inglés del Colegio Europa por supuestos abusos sexuales. Otro de los objetivos de la concentración era pedir que se reabra la investigación, cerrada provisionalmente después de que el juzgado y el fiscal hayan determinado que no existen pruebas para sostener la imputación contra el docente a pesar de los informes de los pediatras que determinaron la existencia de abusos.

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El padre de una de las menores realizó una breve intervención. Lo hizo con el rostro cubierto para evitar ser identificado -y que, por extensión, se pueda «señalar» a su hija- y visiblemente emocionado. «Para mí es lamentable tener que estar con la cara tapada», explicó. Pero la realidad es que «sigue siendo un tema tabú» que le pase esto a una niña. Es «triste», pero le «podría pasar a cualquiera».

El hombre también pidió a los asistentes que les sigan apoyando en sus manifestaciones porque -subrayó- «no van a parar» hasta que se haga justicia. «¿Qué me queda a mí como padre para que se haga justicia?», se preguntó. «¿Tengo que coger un machete y cargármelo? Pues no quiero. No quiero. Lo que quiero es que le metan en la cárcel», insistió.

«No se ha hecho todo lo posible»

El padre recordó que la existencia de los abusos sexuales está probada por los informes médicos. Y es algo que «se debe aclarar» porque no quiere «ver crecer» a su hija «desde un penal, en los vis a vis». En este sentido, juró que «si no se hace justicia» la hará él. «Así que poneros a trabajar», concluyó. Su intervención fue aplaudida por las personas que acudieron a la concentración.

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Las familias creen que «no se ha hecho todo lo posible» en la investigación de un caso tan grave (hay otras dos que no quisieron denunciar). El juzgado sostiene -y también la Audiencia de Bizkaia- que en las manifestaciones de las pequeñas durante las pruebas preconstituidas (una especie de entrevista individual en la que tres de las menores estuvieron con un psicólogo y trabajadores sociales) «no existe base para sostener la imputación». «No es que no realizaron un relato pormenorizado, es que no realizaron, en absoluto, un relato incriminatorio, lo cual es sumamente relevante», apuntó la Audiencia en el escrito en el que negó la práctica de otras pruebas dirigidas, entre otras cosas, a determinar si el profesor podía haber estado a solas con las niñas durante las clases, algo que profesores que testificaron negaron. En definitiva, el juez y el fiscal entienden que no existen «datos periféricos corroboradores de carácter objetivo vinculados a los hechos denunciados».

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