La tradición de la medición de la encina cumplirá el próximo domingo 66 años. E. C.

Zeanuri prepara su particular San Valentín

El barrio de Eleizondo realizará su tradicional medición de la encina, plantada junto a la ermita de La Piedad

Alba Peláez

Zeanuri

Viernes, 7 de febrero 2025, 15:56

Rosas, bombones, peluches, joyas, cenas románticas... Son algunos de los regalos y planes que acuden a la mente al hablar de San Valentín. La festividad, ... heredada de la cultura estadounidense, ha tomado fuerza en las últimas décadas y cada vez más parejas utilizan la fecha para declarar su amor. Más allá de los tópicos, el santo todavía tiene quien celebra su día con tradiciones menos habituales, pero no por ello menos antiguas. En la comarca, el municipio de Zeanuri es buen ejemplo y para sus habitantes el 14 de febrero tiene una carga más religiosa que comercial. El plato fuerte del festejo consiste en medir el perímetro del tronco de la encina de La Piedad.

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La celebración tendrá lugar el domingo posterior a San Valentín, el día 16. La cita congrega a los vecinos en el barrio de Eleizondo durante la mañana. Arrancará a las 11.00 horas con el volteo de las campanas, que tendrá su réplica media hora más tarde. Los hermanos Pedro y José Antonio Lejarza serán los encargados de generar el sonido de forma manual, algo que no se hacía desde 1994.

La parroquia de Andra Mari acogerá a las once y media una misa y, seguidamente, se realizará el traslado en procesión de la imagen de San Valentín hasta la ermita de la Piedad, donde permanecerá hasta el próximo año. Los integrantes del grupo de danzas Arrikibar amenizarán con un baile a la salida del pórtico. A las 12.15 horas se producirá la medición de la encina; el acto más esperado de la jornada. En cada celebración en torno a este día, se constata la circunferencia del árbol y se observa si ha crecido en el último año. En 2024, ésta se situó en 193 centímetros; un centímetro más que la medición anterior. Siempre se toma a la misma altura, 1,5 metros.

Evitar su desaparición

Esta tradición se remonta a 1959. «La actual encina de la Piedad es un ejemplar que sustituyó a otra que existía anteriormente en el mismo lugar. Se plantó en el año 1958», explica Pedro Lejarza, vecino de Eleizondo. El ritual de medir el árbol estuvo a punto de extinguirse con el cambio de siglo. «A medida que fallecían nuestros mayores, la tradición fue perdiendo fuerza, hasta que el año 2007 nos dimos cuenta que no lo podíamos dejar desaparecer», añade Lejarza.

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A partir de un año más tarde, se creó un acta donde, en cada celebración, dejan constancia las personas designadas como mayordomo, secretario y quien mide la encina. Durante todo este 2025, el encargo de custodiar las llaves de la ermita –que corresponde al mayordomo– recaerá en Iñaki Lejarza, tras haberlo hecho este ejercicio Igor Intxaurraga.

Finalmente, se repartirá a las 12.30 horas entre los asistentes el barauskarria, un tentempié consistente en tocino, pamitxa y vino. Todos estos actos se desarrollarán en un ambiente animado por txistularis y el bertsolari Arkaitz Estiballes.

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