La ocupación en los agroturismos se duplica e iguala los datos de 2019

Los agroturismos y casas rurales empiezan a recuperar su actividad prepandémica. Tras un 2020 adverso, en el que bajaron su ocupación en torno al 25%, este verano están alcanzando cifras registradas hace dos años. Lo cierto es que la inestable situación sanitaria no ha perjudicado tanto al número de clientes de los agroturismos. De hecho, ha aumentado el atractivo de estos establecimientos entre los turistas nacionales, debido a que muchos aprovechan su visita al norte para esquivar el excesivo calor y refugiarse del gentío de otros lugares más concurridos.

Según los datos facilitados por Nekatur, la asociación de agroturismos y casas rurales de Euskadi, el balance turístico del periodo vacacional «es positivo, teniendo en cuenta que se han superado las cifras del año pasado y que son similares a las del 2019, año precovid». Un dato que corroboran las casas rurales y agroturismos consultados por este periódico.

Con hospedajes en Zeanuri, Zeberio, Orozko, Dima y Otxandio, entre otros municipios, la ocupación en los alojamientos de Arratia-Nervión de cara al mes de julio es del 40,9%, casi 20 puntos por encima del dato registrado el curso pasado y unas décimas por debajo de las cifras de 2019 por estas fechas. Las previsiones para agosto también son alentadoras. A diez días de coronar el mes de julio, las reservas rondan el 54% de ocupación. Un dato positivo si lo comparamos con el 20,75% del 2020, y solo cuatro puntos por debajo de los datos registrados hace dos años.

Aunque este objetivo de recuperación turística no lo han notado todos los pueblos. Orduña es uno de los lugares más turísticos de la comarca y, hasta el momento, ha registrado un leve descenso en el número de visitantes. La afluencia de turistas a la primera ciudad de Bizkaia ha disminuido durante el mes de julio respecto al año pasado, según los datos obtenidos por la Oficina de Turismo del municipio. Hasta la fecha han solicitado sus servicios cerca de 500 personas. Se prevé que en todo el mes reciban la visita de alrededor de 750 turistas, un 9% menos que el ejercicio pasado, cuando se atendió a 820 personas. Si comparamos estos datos con el verano del 2019, aquel año se registró un 20% más, 943 turistas.

El virus ha favorecido la visita de un mayor número de visitantes nacionales, pero ha disminuido la de extranjeros. Tal y como destacan desde la casa rural Madariaga, situada en Artea, «antes de la pandemia venían muchos veraneantes internacionales, sobre todo procedentes de Alemania y Holanda». Este año, la gran parte de los clientes «son españoles». Destacan que la mayoría provienen de «Barcelona, Alicante, Madrid y de la zona norte de Andalucía. Vienen para escapar del calor». Según los datos de la Oficina de Turismo de Orduña, más de la mitad de los visitantes son de fuera de Euskadi.

La sensación de algunos agroturismos es que se ha perdido un poco el miedo al virus. Admiten que «el año pasado los turistas solían coger estancias más largas, de unos cuatro o cinco días, por miedo a moverse entre alojamientos». Esto ha cambiado en este segundo año de pandemia. La mayoría tiende a reservar «para uno o dos días», lo que les permite conocer otros lugares.

Temas

• Otxandio