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La próxima actuación municipal será en la zona de San Antolín. AYTO.

Lemoa recupera uno de sus bosques con 10.000 árboles de especies autóctonas

El Ejecutivo local pone en marcha un plan para que convivan diferentes especies en los montes públicos

Leire Pérez

Lunes, 31 de mayo 2021, 23:29

Un solo árbol adulto absorbe entre 10 y 30 kilogramos de CO2 al año. Estos resultados si se multiplican por miles de ejemplares pueden ser grandilocuentes para un municipio de poco más de 3.500 habitantes como Lemoa. Eso es lo que ha pensado el Ayuntamiento de la localidad, que ha decidido iniciar la recuperación y repoblación forestal del paraje conocido como Aramotz.

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En este espacio de alrededor de once hectáreas y de propiedad municipal, la institución local plantará 10.000 árboles, la mayoría de especies autóctonas. La idea del Ejecutivo local, en manos de EH Bildu, es que en el bosque convivan especies diversas, de forma que puedan ser compatibles las «tres funciones de las masas forestales que se gestionan de forma sostenible, es decir que tengan una función económica, ecológica y social». O lo que es lo mismo, que aporten ingresos para las arcas municipales, pero a la vez que tengan una función de conservar la biodiversidad y que puedan ser disfrutados por los vecinos.

Según explica la alcaldesa de la localidad, Saioa Elejabarrieta, «en 2017 se hizo una saca, se quitaron los pinos que ya habían cumplido entre 23 y 53 años y luego se dejó oxigenar el terreno». La mandataria incide en que se talaron cuando ya había pasado muchos años. Y ahora que ha pasado tiempo suficiente para que el terreno esté preparado, se plantará siguiendo otros criterios que los que se utilizaban en el pasado, cuando las autoridades únicamente apostaban por grandes plantaciones de pinos. «Lo hacemos con vista al futuro y teniendo en cuenta otros parámetros. Será algo mixto, aunque también habrá coníferas. El objetivo es crear montes con especies autóctonas y que se puedan usar por los vecinos», comenta la responsable municipal.

En Aramotz se sembrará pino marítimo, alerces, piceas y criptomerias, especies que se adaptan «bien a la naturaleza franco-arenosa de los suelos», explican desde el Consistorio. Cada una de ellas formará una comunidad de árboles específica. Además, se irán intercalando con bosquetes de frondosas donde robles y abedules serán dominantes. También se colocarán otros de encinas y rebollos. «Estas frondosas autóctonas están presentes en la zona», recuerdan desde la entidad local.

La empresa Grupo Cresmes será la encargada de la intervención en la que las arcas municipales desembolsarán cerca de 50.000 euros. En una primera fase se realizará la limpieza del terreno para así reducir los matorrales que pueden haber surgido en este tiempo, mejorar el drenaje, reducir el riesgo de incendios y eliminar los residuos que pudiera haber en la zona.

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Ingresos por la madera

Por otro lado, se procederá a la tala de pinos que también hayan cumplido el umbral de los 23 a los 55 años en otras zonas del municipio como Murguía, Apario y San Antolín. A cambio la institución local recibirá 99.376 euros por la madera.

De momento, no se volverá a plantar para que «oxigene la tierra», apuntan desde el Consistorio. Yen el futuro, cabe recordar que en el caso de Aramotz se ha tardado en intervenir cuatro años con el fin de que la tierra estuviese así a punto para incorporar nuevos ejemplares, se sembrarán también plantas autóctonas. El Ayuntamiento estará asesorado por la Diputación. «Nos aconseja qué especies son las que mejor van en función de cada terreno y después elaboraremos proyectos independientes y estudios para cada monte», puntualiza la primer edil.

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