Mercabilbao se prepara para Navidad: «Todo lo que vendo ahora es para hostelería»

El pabellón de mar bullía a las seis de la mañana en una de las jornadas prenavideñas con más actividad. A sus puertas, el concejal de Desarrollo, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano, vicepresidente del que es uno de los mayores centros de distribución de alimentos perecederos del norte peninsular, indicaba que Mercabilbao encara la recta final de un año «marcado por la pandemia» con números positivos. A 30 de noviembre de 2020 los datos de comercialización alcanzaron las 235.016 toneladas, «una cifra significativamente superior a la de 2019 en el mismo periodo». Este mes se espera comercializar 22.000 toneladas más, alcanzando así «datos históricos».

Si se desglosan estos números se advierte en ellos el impacto de la pandemia. De todas las toneladas vendidas en lo que va de año, el grueso, 214.449, son de frutas y hortalizas. Por contra, en pescados y mariscos la comercialización ha descendido y se sitúa en las 20.566 toneladas. La clave, explicaba Aitor Argote, director general de Mercabilbao, ha sido precisamente «el cierre de la hostelería», que se ha visto ligeramente compensado por el aumento de consumo «en las pescaderías de barrio. La gente no ha dejado de comer». Desde marzo «consumimos más que antes en nuestros hogares y eso ha hecho que este sector haya podido mantener sus ventas a pesar del cierre» de bares y restaurantes.

«La gente ya ha empezado a hacer pedidos de cara a Navidad», contaba Marijose Carrizo, pescatera de La Peskadería, en Arangoiti. «Al no haber bares mucha gente ha dicho 'qué menos que pegarme un caprichito'. Lo que más vendo es lubina, dorada... Ahora también nécora y caracolillo». Por ahora los precios «no se están disparando mucho. Quizá sí en el marisco. La nécora y el buey sí que están subiendo».

En todo caso, y según coincidían varios mayoristas, el producto con más demanda sigue siendo la merluza, «el plato estrella», seguida por el gallo y el txitxarro. En lo que queda de año, en el sector de pescados y mariscos se espera una comercialización de alrededor de 3.000 toneladas. «Estamos a la espera de ver cómo se va a desarrollar la actividad hostelera en la actual coyuntura», apuntaba Argote, mientras a sus espaldas pasaban carretillas con cajas llenas de producto, se discutían precios, se cerraban ventas o se pesaba el pescado.

De vez en cuando, por megafonía se repetían mensajes recordando las omnipresentes normas de seguridad sanitaria -obligatoriedad del uso de mascarillas, distancias entre personas, control de aforos...-. «Estamos funcionando con normalidad. Hemos respondido con agilidad a las nuevas necesidades sanitarias desde el inicio, lo que ha permitido que la venta de productos no se haya resentido». En el caso de frutas y hortalizas, la venta ha crecido en los últimos meses «y esperamos que en Navidad siga el mismo camino».