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Un agente recoge el cadáver de 'Zuri' tras el ataque en Miribilla. Luis Calabor
El cruel final de la perrita 'Zuri'

El cruel final de la perrita 'Zuri'

La memoria negra ·

La muerte de una mascota en Miribilla por las mordeduras de dos 'bull terrier' en noviembre de 2007 sobrecogió a los amantes de los animales, que ofrecían a la familia canes de adopción

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Miércoles, 4 de septiembre 2019, 00:48

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La imagen de 'Zuri', una perrita blanca y canela mezcla de pequinés, que yacía muerta sobre la acera tras ser atacada por dos canes de raza peligrosa, quedó grabada en la retina de los bilbaínos. Sucedió en el barrio de Miribilla el 8 de noviembre de 2007 y desató una ola de solidaridad entre los amantes de los animales, que por decenas ofrecían un perro en adopción a la familia Morales para que superaran la pérdida de su mascota.

Los dueños, Manuel y Florentina, que entonces tenían 67 y 62 años, tenían dos hijos, de 40 y 42, ambos aquejados de una hidrocefalia congénita que les provocaba serias limitaciones y para los que 'Zuri' resultaba irreemplazable. «Era lo único que les mantenía con vida», confesaba el matrimonio, que temía el momento de tener que contarles «que nos la han matado. No lo van a soportar». Sólo quien convive con uno de estos peludos de cuatro patas puede llegar a entender el desgarro que supone su pérdida. Ellos no ven en sus dueños la enfermedad o una minusvalía, sino sólo a ellos, y su cariño es incondicional.

La pareja, que residía en una vivienda social en la calle Jardines de Gernika, había bajado al 'súper' de la esquina a hacer unos recados de última hora, y se llevaron con ellos a 'Zuri', atada con una correa. Cuando caminaban por la calle Espinosa Oribe, dos 'bull terrier' sueltos y sin bozal agazapados entre dos coches se lanzaron a por la perrita. Su amo estaba hablando con un amigo y, según alegó ante la Policía, no se percató de lo que se le habían «escapado». «Las dos fieras de 100 kilos cada una», como las describían Manuel y Florentina, mataron a 'Zuri' de una mordedura en el vientre. La mujer trató de salvarla tirando hacía ella de la correa, pero los dos perros la arrancaron. También la hirieron a ella mordiéndola en las manos cuando trataba de arrebatarla de las fauces de los 'bull terrier'.

Un precedente

Manuel responsabilizaba al dueño de los dos canes de la desgracia. «Si los hubieras tenido amarrados, no habría pasado nada». Se daba la triste circunstancia de que había habido un precedente. Unos meses antes, los mismos perros habían atacado a 'Zuri', que está vez iba con uno de los hijos del matrimonio, que también resultó herido al salvarla. «Esos perros no pueden estar sueltos, se lo advertimos la primera vez y ha reincidido. Sabía lo que iba a ocurrir y no ha hecho nada», se dolía el hombre.

La familia Morales agradeció las muestras de apoyo, que les llegaron vía internet, hasta desde México o Londres, pero sobre todo de Bilbao y alrededores. «No queremos sustituir a 'Zuri' de un día para otro, gracias», se excusaron. Además, tenían en casa también una gata, 'Pitu', que se llevaba a partir un piñón con la perrita. «Jugaban todo el tiempo».

Los 'bull terrier', que fueron examinados por un veterinario, se encontraban en perfecto estado y tenían implantado el chip exigido. Tras el período de cuarentena, podrían volver a salir a la calle. Entonces, los ataques contra los animales aún no eran calificados como delito, aunque sí se sancionaba a los dueños que los tenían sin licencia o sueltos. En aquel año 345 perros considerados potencialmente peligrosos fueron registrados en Bilbao.

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