La Ertzaintza detiene a la pareja del hombre que apareció descuartizado en Barakaldo
Junto a ella, la Ertzaintza ha arrestado a una segunda persona, con quien mantuvo una relación la sospechosa. Allegados de Roberto Colina identificaron esta semana los restos hallados por la coincidencia de lunares, tatuajes y otros signos similares
ainhoa de las heras | jon garay
Viernes, 4 de diciembre 2020, 09:39
La Ertzaintza ha detenido a la pareja sentimental de Roberto Colina, el hombre de 62 años cuyo cuerpo apareció descuartizado la pasada semana en ... Barakaldo. Junto a la mujer, ha sido arrestado un hombre, con quien matuvo una relación, también por su presunta relación con el 'crimen de las piernas', según ha podido confirmar este periódico en fuentes solventes.
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Las detenciones se han realizado en las últimas horas por agentes de la Sección Central de Investigación, encargados de la desaparición de Roberto Colina, desde el pasado mes de julio. La jueza encargada de investigar el caso ha declarado secreto de sumario y la Policía registra la vivienda que la víctima compartía con la mujer.
El rastreo en el monte Rontegi, donde fueron localizados los dos miembros seccionados, se da prácticamente por concluido, aunque la Policía autonómica seguirá buscando el resto del cadáver en otros puntos. La identificación de la víctima a través del ADN continúa adelante, aunque los investigadores cuentan ya con un reconocimiento visual de las extremidades por parte al menos de su compañera sentimental.
Desaparición «de alto riesgo»
Roberto Colina desapareció el pasado 24 de julio. Ese día fue el último en que se le vio con vida. Fue su hermano quien se dirigió a la Ertzaintza para denunciar su extraña pérdida. El área de delitos contra las personas inició entonces una investigación y tomó declaración a la pareja, con la que convivía en el grupo Mendia de Barakaldo, muy cerca de donde fueron encontrados los restos. El caso fue calificado como «de alto riesgo por indicios de criminalidad». Recientemente, los investigadores recibieron una información que les llevó a reanudar la búsqueda en las proximidades de su domicilio.
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El pasado jueves, día 26 de noviembre, los pastores belgas Malinois de la Unidad Canina de la Ertzaintza localizaron dos piernas amputadas a la altura de la rodilla metidas en una bolsa negra. Los restos humanos no estaban enterrados, pero sí escondidos, ocultos a la vista. Al día siguiente, al operativo se unieron operarios del Ayuntamiento de Barakaldo, que desbrozaron la maleza para facilitar las labores. Desde entonces, una patrulla vigiló día y noche que nadie se saltara el cordón, cuando al anochecer se retiraban los especialistas
Tras un primer análisis, los forenses apuntaron a que el homicidio pudo cometerse el pasado verano dado el grado de putrefacción. Recogieron muestras del hueso para que la Policía Científica extraiga el perfil genético y lo coteje con pelos que hayan quedado en un peine o maquinilla en su domicilio.
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Desde el primer momento, los investigadores sospecharon que el hombre podía haber sufrido algún tipo de ataque violento. Mantenía una importante deuda por sus problemas con las drogas y contaba con antecedentes policiales por amenazas, agresiones, tenencia de arma prohibida y violencia de género. El hombre solía sacar a pasear a diario a su perra 'Sira', negra y blanca y con un defecto en un ojo, por el barrio.
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