Xabi Buenetxea, técnico que controla las especies de Bolue para el Ayuntamiento de Getxo, contempla una de las charcas del humedal. L. p.

La vida crece en el humedal de Getxo

Este año se eliminará la maleza de la zona más próxima a la carretera y en 2026 se limpiarán las dos charcas en las que conviven 200 especies

Leire Pérez

Getxo

Miércoles, 19 de febrero 2025, 17:00

Con 12 hectáreas el humedal de Bolue en Getxo se está convirtiendo en un auténtico hogar para las aves que, con el cambio de estación, inician su viaje hacia Europa o en sentido a África. Algunas ya sólo paran aquí en todo su recorrido por la península. Están contabilizadas cerca de 200 especies, entre ellas, la garceta, un ave de hasta 16 centímetros propia de Eurasia, África y Oceanía. Esta semana una de las redes de la Estación de Anillamiento de Bolue, de las más antiguas de Euskadi, ha capturado a un petirrojo que procedía de Sainte- Soline, en el centro-oeste de Francia. En los últimos tiempos se han registrado más de 30 especies de otros lares: un martín pescador llegado dede Zaragoza, un tor paterno proveniente de Roma y carriceros comunes procedentes de Países Bajos, Suecía y República Checa. Son algunos ejemplos.

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La población crece, es una buena señal. A los pájaros y al protegido y minúsculo, pez espinoso, se unen un centenar de tortugas. El proyecto SOSGalapago, que cuida de especies autóctonas como el europeo y el leproso, arroja muy buenos resultados. En colaboración con la Diputación se les coloca un chip subcutáneo que permite tenerlos controlados.

«Bolue es el único sitio del Cantábrico oriental en el que se reproduce el europeo», afirma el experto Xabi Buenetxea. Es el encargado desde hace dos décadas de elaborar balances faunísticos del humedal para saber si se está trabajando de forma adecuaada. «Lo primero es conocerlo para poder conservarlo», repite a modo de mantra.

El Ayuntamiento de Getxo es consciente de la necesidad de divulgar y concienciar sobre esta riqueza. Con dos charcas y una tercera a la que se denomina de terrazas– otra poza más está oculta al dar cobijo a especies de especial protección–, el municipio quiere convertirse en un referente de la biodiversidad. «Estamos actuando para que las superficies cada vez sean más adecuadas, que los animales estén de la mejor forma y que podamos disfrutar de diferentes especies en Getxo», resume el concejal de Medio Ambiente, Iñigo Urkitza, mientras enseña la zona a ELCORREO, acompañado de Buenetxea y del técnico municipal de Medio Ambiente, Josu Ateka. Más de 8.000 personas, 5.000 de ellos escolares, visitaron el lugar el año pasado.

Lodo

En la casa de bombas se han colocado unas cajas nido con alimento para los pájaros y las tortugas cuentan con una zona especial de esparcimiento y reproducción, una isla en medio de una de las charcas. También se han colocado cierres de madera para que las especies mantengan su intimidad mientras los intrusos observan sin molestarlas. El área de Medio Ambiente ejecutará este año obras para eliminar los lodos y maleza que llegan por el cauce del río Gobela y del Bolue a la zona más próxima a la carretera. Es prácticamente imposible divisar el fondo y ello impide contemplar las especies. «Con tantas subidas y crecidas, el río arrastra finos y al final se colmatan las balsas, cada ocho años tenemos que actuar», comenta Ateka.

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Hay que actuar con mimo para que los arreglos no afecten a los moradores. Por ejemplo, se abrieron las balsas para que la diversidad del hábitat fuera mayor. El futuro depende de todos. «La población debe ser consciente de que es un bien y de que no pueden abandonar animales. El año pasado nos dejaron una nutria y jinetas. Eso nos destroza el ecosistema», advierten.

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