Luz verde del Tribunal Superior al derribo de la Nagusien Etxea y el euskaltegi de Romo

Ya hay luz verde para el derribo de la Nagusien Etxea de Romo y el antiguo euskaltegi, que dejará libre el terreno para la construcción de un centro intergeneracional con un centenar de plazas para personas dependientes y 40 apartamentos dotacionales para jóvenes. Este proyecto previsto conjuntamente por la Diputación y el Ayuntamiento de Getxo estaba paralizado al solicitar los jubilados que no se demoliesen esos edificios, pero el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha dejado sin efecto ese auto, por el que se levantó la «medida cautelar» al respecto el 17 de agosto de 2022. La notificación llegó ayer por la tarde, según ha podido saber este periódico.

Las reacciones sobre esta decisión no se han hecho esperar. «El Ayuntamiento de Getxo valora positivamente la sentencia favorable». Desde el Consistorio apuntan que «da prevalencia al interés general representado por la necesidad de dar inicio al nuevo proyecto, a fin de no ver comprometidos los fondos que ya ha recibido el Ayuntamiento para la puesta en marcha de la obra». El plan previsto por ambas administraciones -local y foral- «cuenta con

respaldo europeo, mediante los Fondos Next Generation para el 82,5% de la inversión prevista». Las previsiones de coste inicial se han incrementado un 20%, como adelantó este periódico, al pasar de 13 a 16 millones de euros. Tras la decisión del TSJPV, admiten desde el Consistorio costero que «los servicios jurídicos municipales en contacto con los de la Diputación foral, analizan cómo proceder a la ejecución de la misma».

Así que no se dan fechas sobre cuándo se va a proceder a ejecutar los derribos, aunque los colectivos del barrio contrarios a la demolición temen que se asumirá por la vía rápida porque el proyecto ya acumula meses de retraso. Actualmente, todo el perímetro de la Nagusien Etxea y el euskaltegi de la calle Lope de Vega está vallado y hay vigilancia policial constante para evitar que entren personas a ocuparlos.

También está claro que la medida del Tribunal Superior impulsará las movilizaciones de protesta. «Visto el inmediato riesgo de derribo de los edificios se convoca una manifestación para el domingo 12 de febrero por las calles de Romo, a las 13 horas», han anunciado desde varios colectivos. Las asociaciones del barrio ya se han puesto en contacto con diferentes grupos para conseguir una participación popular importante. La pretensión es mostrar su rechazo y «no dejar que se destruya nuestro patrimonio, nuestra historia y nuestra identidad», exclamaban.

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