Plentzia abre paso a la reforma de su casco histórico tras ocho años bloqueada
El municipio modifica sus normas urbanísticas para poder construir hasta 76 viviendas y convertir en pisos el antiguo edificio del Hotel Palas
El municipio de Plentzia ha logrado, por fin, sacar adelante la modificación de las normas subsidiarias que permitirá actuar en su casco histórico. El documento ... llevaba casi una década atascado entre sentencias judiciales, vetos patrimoniales y trámites ambientales. Con la aprobación de los cambios, el Consistorio deja allanado el camino para la rehabilitación de edificios y la posible construcción de hasta 76 nuevas viviendas, sin alterar la esencia arquitectónica ni el carácter protegido del área.
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«Esto es el resultado de un proceso largo, de 8 años, y minucioso», indica el alcalde Aitor Garagarza. Con esta resolución, la localidad cierra un capítulo que comenzó en 2016 con el intento de reformar el antiguo Hotel Palas —se planteaba convertir en viviendas el edificio—. Entonces un vecino denunció que las obras previstas no estaban permitidas por su carácter protegido. Ahora, con el reciente aval, el proyecto podrá retomarse dentro de los límites fijados por el nuevo marco legal. La infraestructura pasa de un estado de protección básica a parcial. Es decir que se conservan sus elementos más representativos, pero se permite realizar obras interiores.
El nuevo texto adapta el planeamiento urbano a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que anuló parte del anterior Plan Especial de Rehabilitación, Protección y Conservación (PERPC). Dado que el entorno delimitado por la antigua muralla es también un valioso testimonio de su origen medieval. Por su valor histórico y patrimonial, el casco fue declarado Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental en 2009, lo que impuso fuertes restricciones a cualquier intervención en las edificaciones.
El proceso para modificar la regulación se vio frenado en 2018, cuando el Departamento de Patrimonio Cultural del Gobierno vasco tumbó la propuesta anterior por incumplir el régimen de protección. En aquel momento se anuló también la posibilidad de ampliar 27 edificios y construir cuatro nuevos. La nueva versión reduce drásticamente esas actuaciones. De los 33 inmuebles que contaban con autorización para elevar alturas, solo seis lo mantienen, tras el visto bueno del Ejecutivo autonómico. Las restantes propuestas se descartan.
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Asimismo, se abre la puerta a ampliar ligeramente los límites del casco histórico hacia la ría, incorporando las infraestructuras del paseo de la ribera, reconocidos por su valor ambiental y arquitectónico. En total, la modificación supone un incremento de edificabilidad de 8.043 metros cuadrados, lo que permitirá levantar máximo más de 70 viviendas nuevas –cantidad límite de expansión–. Cabe aclarar que este aval solo establece que se pueden realizar legalmente en un futuro, ya que actualmente no se ha anunciado ningún proyecto residencial. El Ayuntamiento se compromete también a mantener la proporción de zonas verdes y espacios libres, que superan los 74.000 metros cuadrados, por encima del mínimo exigido por la normativa vasca.
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