«Cuando vi una luz en mi cuarto pensé que era mi madre, pero eran ladrones»
El joven que descubrió a los intrusos en su casa del Puerto Viejo de Getxo relata que no es la primera vez que intentan asaltar su vivienda
Mikel es un joven de 24 años que vive con sus padres en una de las casitas del Puerto Viejo de Algorta. El pasado lunes ... este estudiante de Telecomunicaciones se metió a la cama relativamente pronto porque al día siguiente tenía clases en la universidad. Pero sobre las tres de la madrugada algo le despertó. Estaba durmiendo mirando a la pared. Pero una luz a su espalda, similar a la que emiten los teléfonos móviles, le hizo abrir los ojos. Se giró y, en plena oscuridad, lo único que alcanzó a ver fue ese mismo destelló saliendo de su habitación.
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Lo primero que pensó fue que era su madre, que había ido a su cuarto a ver qué tal estaba, relata Mikel en una conversación con EL CORREO. Pero segundos después de que aquella luz saliese de su cuarto escuchó abrirse la puerta de casa. Eran las tres de la madrugada y eso no tenía ningún sentido. Mikel (nombre ficticio) se levantó y vio que la puerta estaba abierta. Al principio no sabía qué pensar. Le vino a la mente un intento de robo que sufrieron en su casa hace sólo unos meses. Ocurrió sobre las siete de la madrugada, cuando su padre estaba ya despierto. Pero en esa ocasión los ladrones no llegaron a entrar.
El joven cerró la puerta y se dirigió a la ventana. Estaba desconcertado. De pronto vio a una persona que se dirigía hacia su casa. Era el supuesto ladrón, un chico de 24 años que no tardó en percatarse de que había alguien en la ventana. «Nos quedamos mirándonos unos momentos y salió corriendo», explica Mikel. El individuo -reflexiona ahora- quizá pensó que se había marchado sin que se hubiesen percatado de lo que había pasado y quería volver a la vivienda a buscar más cosas que llevarse.
El estudiante de Telecomunicaciones despertó a su padre. Se plantearon si denunciar en ese momento o esperar a la mañana siguiente. En principio el asalto tampoco les había causado grandes males y decidieron que no querían pasarse lo que quedaba de noche despiertos con los trámites de la denuncia.
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No se percataron de que les habían robado hasta que salió la luz del sol. Su madre se despertó en torno a las seis de la mañana. No le había sonado el despertador que había programado en el móvil para ir a trabajar. No había sonado porque simplemente el teléfono no estaba allí. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que los ladrones también habían entrado en el cuarto de los padres mientras dormían. Miraron bien por la casa y se dieron cuenta de que se habían llevado un teléfono, un tableta electrónica, un ordenador portátil y la riñonera de Mikel. Mikel trató de localizar el móvil de su madre a través del sistema de localización del terminal. No tenía muchas esperanzas pero resultó que el teléfono seguía encendido. La señal lo situaba en el Parque Obispo Etxeandia. No muy lejos.
La familia llamó a los servicios de Emergencias. La Policía local de Getxo y la Ertzaintza encontraron al supuesto asaltante y a su acompañante, de 25 años, en ese lugar. Tenían en su poder el móvil y la tablet. Los dos fueron detenidos por la Policía vasca. Más tarde fueron puestos a disposición judicial. El juzgado de guardia decretó el ingreso en prisión preventiva del joven. Según las fuentes consultadas, el sospechoso no tenía antecedentes por hechos similares.
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Mikel y su familia todavía siguen con el susto en el cuerpo. Cada uno lo lleva a su manera. Pero que entren a robar a tu casa mientras estás durmiendo no deja a nadie indiferente. Lo que a Mikel le indigna es que no haya sido la primera vez que intentan entrar en la vivienda y el aumento de la delincuencia que percibe en la localidad.
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