El acoso masivo a cientos de mujeres en Nochevieja indigna a Colonia

El caso ha encendido las alarmas de las autoridades alemanas. Un portavoz de la Policía de Colonia anunció ayer que al menos un centenar de mujeres han presentado hasta ahora denuncias por sufrir agresiones sexuales y robos cuando celebraban la llegada del año nuevo en la gran plaza ante la estación central y la catedral de la histórica ciudad renana. Los autores de los ataques fueron al parecer hasta un millar de hombres que actuaron por grupos y que, según la descripción de las víctimas, parecían ser de origen árabe y norteafricano. Los hombres, formando al parecer equipos y de manera coordinada, acosaron e intimidaron sexualmente a las mujeres y aprovecharon su azoramiento para robarles objetos personales como teléfonos móviles o carteras.

El suceso provocó reacciones encendidas desde todos los sectores políticos y una reunión urgente ayer de la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, con sus concejales y los responsables de la seguridad local para estudiar la situación y el dictado de medidas preventivas, también con vistas a los inminentes carnavales. La metrópoli es el corazón de los carnavales renanos a los que acuden cientos de miles de personas y en los que las mujeres juegan un papel protagonista.

La gravedad del caso es patente por la intervención de la propia canciller federal, Angela Merkel, que conversó telefónicamente con la alcaldesa de Colonia. «La canciller ha expresado su indignación por esos ataques sexuales y agresiones repugnantes que exigen una dura respuesta del estado de derecho», dijo su portavoz Steffen Seibert, quien añadió que la jefa del Gobierno germano desea que «se haga todo lo necesario para encontrar a todos los culpables lo más rápido posible para castigarlos sin tener en cuenta su procedencia o circunstancias».

Las reconstrucción de los hechos corre por cuenta de la recién creada Comisión Año Nuevo de la Policía. Aunque es muy complicado identificar posibles autores cuando se producen delitos en una reunión de masas como las celebraciones de la Nochevieja, las autoridades esperan que las grabaciones de las numerosas cámaras de seguridad y vigilancia instaladas en el entorno de la catedral de Colonia permitan reconocer a posibles implicados.

Además, la Policía de Colonia ha hecho un llamamiento a través de los medios para que quienes grabaron esa noche imágenes con sus teléfonos móviles u otras cámaras proporcionen copias a las autoridades si consideran que en las mismas pueden verse sospechosos. Según la prensa local, los investigadores barajan como principales sospechosos grupos de carteristas y ladrones norteafricanos que actúan desde hace un tiempo en Colonia y que se han convertido en un problema para la ciudad, que vive en gran parte del turismo. Un portavoz policial reconoció poco antes de los hechos que el número de hurtos y robos se había duplicado frente a cifras de tres años atrás.

Crimen organizado

Los sucesos de Colonia han provocado además una ola de reacciones indignadas en la clase política alemana, como las del propio ministro federal de Justicia, Heiko Maas. «No pensamos aceptar esos ataques cobardes y repugnantes», dijo el ministro, quien habló de «nuevas dimensiones del crimen organizado» y reclamó «una investigación consecuente» que conduzca al castigo de los autores. «Las mujeres no son caza libre y no pensamos aceptar agresiones contra las mujeres, da igual de qué tipo», manifestó a su vez la titular de Familia, Manuela Schwesig.

También la comisionada del Gobierno federal para la Integración, Aydan Özoguz, reclamó una actuación policial rápida y efectiva y advirtió contra inculpaciones precipitadas y llenas de prejuicios. «Todo criminal debe saber que aquí será perseguido y que con esos graves crímenes puede ser expulsado del país», dijo Özogun, quien seguidamente subrayó que «resultaría fatal si envenenáramos nuestro clima frente a los refugiados u otros extranjeros por esos criminales».