Los hosteleros logran que el obispado permita comuniones en septiembre

Los afectados confían en la positiva evolución de la pandemia a la vuelta del verano y sitúan septiembre como la fecha más idónea para llevarlas a cabo. Entienden que permitirían reunir también «a un mayor número de familiares» que si tuviesen lugar en las próximas semanas.

El obispo, Joseba Segura, ha visto con buenos ojos la propuesta de los hosteleros, si bien ha delegado la concreción de las fechas en los vicarios territoriales de cada comarca y en los padres. Los afectados interpretan que el Obispado «no puede imponer nada», pero aplauden su «colaboración» al haber trasladado la petición a los responsables «parroquiales».

La «buena predisposición» ha tranquilizado a los propietarios de bares y restaurantes, que temen que pueda repetirse lo sucedido hace un año, cuando muchas comuniones fueron anuladas por motivos de seguridad a fin de evitar la propagación del virus. Bastantes eventos se trasladaron al final del periodo estival y coincidieron, especialmente en Gipuzkoa, con un fuerte repunte de casos de coronavirus al celebrarse las comidas en sociedades gastronómicas, donde los «controles son menores», explica Sánchez.

Para evitar casos parecidos, el gerente de la AHB trasladó el pasado día 14 a Segura «una petición o ruego» a fin de realizar un cambio de fechas, al tiempo que le advertía del crítico momento que atraviesa la hostelería. «Como de sobra conoce, el año pasado, a causa de la pandemia, una parte importante de las comuniones que se iban a celebrar en su época ordinaria fueron pospuestas, dado que la situación sanitaria desaconsejaba la organización de las mismas en ese momento. Desgraciadamente, un año después, y a pesar de los esfuerzos que se están llevando a cabo en los distintos ámbitos, volvemos a estar en un momento extremadamente complicado, con una tasa de contagios ascendente y con el sistema sanitario saturado», se lamenta.

Ante «la delicada situación epidemiológica» y el riesgo de que el número de «contagios y nuevos brotes» pudiesen dispararse como consecuencia de «las celebraciones que pueden llevar aparejadas las comuniones», los hosteleros solicitaron «encarecidamente» al obispo el establecimiento de «unas directrices en su diócesis destinadas a intentar posponer a septiembre las programadas para las próximas fechas. Esperamos que entienda las difíciles circunstancias apuntadas y estamos seguros de que contaremos con su comprensión y colaboración», expresaron.

En la nota, Sánchez apunta que la situación económica de muchos locales podría empeorar «gravemente» ya que, pese a tener formalizadas bastantes reservas, «desconocemos si vamos a poder atender en condiciones mínimamente aceptables. Las limitaciones de movilidad impedirían el libre desplazamiento de familiares y allegados. Ello -subraya- supondría un nuevo varapalo económico que podía abocar al cierre de un buen número de establecimientos».

El gerente de los hosteleros tampoco pasa por alto que el uso de los interiores de los locales emplazados en municipios con una importante afección de contagios obligaría a abandonarlos a las 16.30 horas, «lo que hace inviable servir un banquete».