Los héroes de la ría
Salvavidas ·
Cinco policías municipales de Bilbao y Erandio y dos ciudadanos relatan cómo han rescatado a personas que habían caído al cauce del NerviónCómo reaccionaríamos cada uno de nosotros si viéramos a un desconocido ahogándose? ¿Nos lanzaríamos a ayudarle? ¿Llamaríamos al teléfono de emergencias 112? ¿Miraríamos para otro ... lado? En psicología social, que estudia el comportamiento de los grupos, existe un fenómeno que se conoce como el 'efecto espectador' según el cual cuanto mayor es el número de curiosos, más es el tiempo que transcurre hasta que alguien se decide a actuar. Todos esperan a ver qué hace el resto. Se produce una «dilución de responsabilidad», según los expertos.
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Pues bien, nuestros siete protagonistas forman parte de ese pequeño porcentaje de gente que se lanza a auxiliar a la víctima casi sin pensar, sin mirar al de al lado. Les sale de dentro por puro instinto. Son nuestros héroes de la ría. Los siete han rescatado a personas que se habían precipitado al cauce del Nervión por distintas causas. Su valor ha sido reconocido sólo en algunos casos, con medallas o felicitaciones. Otros pasaron más desapercibos salvo en su recuerdo y en el de las víctimas. Aunque ninguno ha recibido después noticias de aquellos a los que salvaron la vida ni de sus familias. No han vuelto a saber nada de ellos.
En todos los casos, numerosos curiosos observaban desde la orilla cómo alguien se estaba ahogando, incluso tomaban fotos o vídeos con sus móviles. Y gritaban: «¡Que se ahoga!» o «¡que se va a morir!», pero sin decidirse a lanzarse al agua. «Es comprensible», entienden ellos. Arrojarse al agua sin unos mínimos conocimientos de salvamento puede generar un problema mayor y que en lugar de rescatar a una persona haya que hacerlo con dos.
Cinco son policías municipales de Bilbao y de Erandio. Tres de ellos se encontraban de servicio y el resto disfrutaba de su tiempo libre cuando se encontraron con una persona en serias dificultades. Hay muchos otros casos, pero hemos escogido estos. Sus protagonistas recuerdan cómo fueron los rescates.
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Ihintza Mejías y Mario Luque | Policías locales interinos de Erandio
«No hemos sabido nada de la chica a la que salvamos»
Es el caso más reciente. Ocurrió sobre las ocho de la tarde del 26 de junio, sábado, y tuvo un final feliz, aunque podía haber acabado en tragedia. Dos chicas de 18 y 19 años, que eran pareja y ya habían protagonizado otros episodios violentos, se enzarzaron en una pelea en el embarcadero de Erandio, junto a Astilleros Murueta. Un testigo se presentó en la comisaría de la Policía Local, ubicada en la casa consistorial, y dio el aviso. Ihintza Mejías y Mario Luque, dos agentes interinos, formaban patrulla aquella tarde y al escuchar la emisora, se acercaron hasta el lugar.
«Cuando llegamos, una chica estaba flotando boca arriba». Se despojaron del chaleco antibalas -nunca se sabe con qué se pueden encontrar-, las botas, los pantalones y el cinto en el que llevan la pistola y las esposas. «Habríamos caído a plomo hasta el fondo». Mario se tiró al agua y braceó hasta alcanzar a la joven. «Era un peso muerto. No hablaba, sólo se quejaba de dolores a causa de los golpes». Ihintza se metió también al agua y ayudó a su compañero a extraer a la chica hasta la orilla. Después, descalza, corrió en busca de posibles testigos antes de que se fueran. No sabían lo que había pasado. La joven fue atendida por sanitarios y trasladada al hospital de Cruces. No han vuelto a saber nada de ella.
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Sólo un partido políticio les envió una carta de felicitación. Se quedan con la «satisfacción personal» de haber salvado una vida y esperan poder «conseguir plaza como policías» en la OPE conjunta Ertzaintza-Policía Municipal que se está celebrando ahora.
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Mouhammad Diouf y Óscar Macho | Inmigrante senegalés y agente municipal de Bilbao
«Lo volveríamos ahacer ahora mismo»
Mouhammad Fadal Diouf es un inmigrante senegalés de 26 años y dos metros de altura. Participa en un programa de integración social de Bilbao Basket para jóvenes con dificultades como él, para que el baloncesto les ayude a superar cualquier barrera. 'Moha', como le llaman cariñosamente, nació «al lado del mar», en Dakar (Senegal). Después de haber aparecido en todas las cadenas de TV y medios de comunicación por la proeza de rescatar a un hombre de 72 años que había caído a la ría, hasta su madre ha sido entrevistada por periodistas en Senegal. La mujer se enorgullece de su hijo y dice que «desde niño siempre le ha gustado ayudar». El 20 de junio, domingo, sobre las 15.00 horas, estaba con unos compatriotas en las escaleras del muelle de Marzana, frente al Casco Viejo de Bilbao, cuando vio a un hombre en el agua. «Había mucha gente en el puente mirando y haciendo fotos con el móvil, pero nadie saltaba». Él lo hizo. Y también Óscar Macho, un agente de la Policía Municipal de Bilbao fuera de servicio, que estaba tomando algo con su pareja y una amiga en la terraza de Marzana 26, cuando escuchó un «golpe fuerte» en el agua. Mouhammad llegó primero al hombre que se ahogaba y consiguió acercarle a la orilla, pero él ya no podía más. En ese momento, apareció Óscar, que por fortuna había sido buzo en el grupo de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas antes que policía, y logró ayudarles a los dos. Otros dos compatriotas de 'Moha' se tiraron también a la ría para unirse al salvamento y un barco de recreo completó el equipo. El joven senegalés reconoce que ha «sufrido mucho», pero sabe que «lo volvería a hacer ahora mismo. En dos minutos se iba a morir». Tanto él como Óscar son 'reincidentes'. El joven inmigrante ya salvó el pasado abril a una chica ebria que había caído a la ría en el mismo sitio y el policía ha realizado dos rescates en el mar, uno de ellos bastante peliagudo, de una pareja a la que arrastraba la corriente en Sonabia. En esa ocasión le ayudaron «unos chavales con tablas de surf». Una ONG ha propuesto que a 'Moha' le den los papeles como reconocimiento a su gesto solidario. «Me llamó el alcalde de Bilbao para felicitarme y darme las gracias», señala.
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Roberto Aretxabala | Director de negocio de una metalúrgica
«Te das cuenta de lo que has hecho con el paso del tiempo»
«Estaba inconsciente, así que pensaba que iba a recoger un cadáver más que a una persona viva. Cuando la subimos arriba y empezó a respirar...». Roberto Aretxabala es resonsable de negocio de la empresa metalúrgica Marina, ubicada en la dársena de Erandio, junto a Astilleros Murueta. El 28 de julio de 2020, sobre las diez de la mañana, se encontraba en el parking cuando unos trabajores del astillero que estaban pintando empezaron a señalar al agua y a gritar: '¡Que se ahoga!». Al principio, «miraba y veía una especie de bidón azul». Era la espalda de la mujer. «En ese momento se te pasan un montón de cosas por la cabeza, pero no te queda otra». Así que se quitó los zapatos, sacó el móvil y la cartera de los bolsillos. «No soy nadador profesional, pero me defiendo». La mujer, de 71 años, estaba inconsciente. «Si hubiera estado chapoteando igual habría sido más difícil». Una de las normas básicas en un salvamento es tener precaución al acercarte a la víctima porque su primera reacción puede ser agarrarse a ti y arrastrarte consigo al fondo. «Pensé que estaba muerta porque no respiraba, pero luego revivió». Sus compañeros le ayudaron a subirla por las escaleras y le practicaron un masaje cardíaco. El hijo de la señora estaba ya en la orilla y, «muy emocionado», le agradeció que hubiera salvado a su madre. «Se le saltaban las lágrimas». «Al principio no te das cuenta ni crees que va a tener repercusión hasta que te empiezan a llamar los medios de comunicación, y luego al final de año cuando te llaman para darte una medalla. Te das cuenta del alcance con el paso del tiempo». El Departamento de Seguridad le concedió la medalla al mérito en emergencias y protección civil, que suele entregarse en una gala, pero que a causa de la pandemia no se celebró.
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Iñaki Rodríguez | Policía municipal de Bilbao
«Una de nuestras funciones es preservar la vida»
El rescate de Iñaki tiene un mérito especial porque se tiró a la ría con el agua helada, en pleno invierno. Era el día de Santo Tomás, un 21 de diciembre de 2015, sobre las 19.30 horas. Él formaba parte del dispositivo de la Policía Municipal para la feria como agente de paisano, los conocidos como 'Iker', en la zona de txosnas. Ya había anochecido cuando se percataron de que había «un hombre flotando bajo el puente de El Arenal. Movía los brazos». Iñaki se fue corriendo hacia la zona de Ripa, donde «había muchas personas arremolinadas, aunque nadie se atrevía a hacer nada». Otra vez 'el efecto observador'. «Se hundió un par de veces. Estaba claro que se quedaba ahí, que se iba a ahogar». Así que el agente se quedó en calzoncillos y se lanzó al agua. «La marea estaba baja , había escaramujos y mojojones y el agua estaba helada». El hombre, de unos 50 años, estaba bebido. A Iñaki le tuvieron que ayudar a salir porque entró en hipotermia. «Tuve que pedir una ambulancia para él y otra para mí», sonríe ahora. La mujer del rescatado le dio las gracias. Le trasladaron a la mutua, donde pudo darse una larga ducha de agua caliente. Antes que policía, Iñaki había sido socorrista y buzo de la Cruz Roja del Mar en la base de Arriluce. Recuerda el momento como algo «muy satisfactorio. Sacar a una persona que se hubiera quedado...». A Iñaki le dieron la primera medalla al mérito de la Policía Municipal. «La fabricaron para mí», sonríe. Después de él, se han otorgado más. «Una de las funciones de la Policía, la más importante, es la de preservar la vida de los demás».
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Michel Hidalgo | Relaciones con la Comunidad de la Policía de Bilbao
«Me caí y casi me abro la cabeza antes de tirarme»
Michel Hidalgo trabaja en la Unidad de Relaciones con la Comunidad de la Policía Municipal de Bilbao. Es una especie de 'relaciones públicas'. También ha sido agente de Tráfico y escolta de Alcaldía. En julio de 2011, a mediodía, estaba haciendo footing por el borde de la ría cuando vio que «alguien chapoteaba debajo del puente de La Salve». Hay una altura de 25 metros desde arriba, por lo que una caída puede resultar mortal. Michel no se lo pensó dos veces y se puso a bajar las escaleras, algunas llenas de musgo. «Me caí y casi me abro la cabeza antes de tirarme. Estaba todo nervioso», recuerda. Finalmente, recuperó la verticalidad y se lanzó al agua.
El suceso había generado mucha expectación. «Había mogollón de gente haciendo fotografías». Se trataba de un turista alemán de mediana edad. Su mujer se enconraba también en la zona. «Al principio respiraba, pero luego falleció como consecuencia del golpe que se había dado en la cabeza», lamenta. Quince días antes, Michel había detenido a un ladrón que había robado con violencia a una mujer que acababa de sacar 25.000 euros en el banco. Entonces, estaba paseando con su hijo por Getxo y al ver a un individuo correr, le saltó el «'chip' del agente», como él lo llama.
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Caída de un motorista en Atxuri durante el reportaje
Después de sacar las fotos de grupo para este reportaje, los dos agentes de la Policía Municipal de Erandio, que estaban de uniforme y de servicio, se encontraron en la estación de Atxuri con un accidente de moto. Su conductor se había caído. Ihintza y Mario le atendieron aunque no era su circunscripción, hasta que se presentó en el lugar una patrulla de la Policía Municipal de Bilbao. «Estando con el uniforme tienes que estar preparado para cualquier cosa», asumen. También saben que sus acciones se miran con lupa. «Si te tiras, que por qué te has tirado. Si no, que por qué no. Siempre hay alguna pega». Aunque la mayoría de los mensajes que han recibido por sus meritorias acciones fueron felicitaciones.
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