El herido por una explosión en un bar de Irala ingresa en la UCI con quemaduras

Según han explicado fuentes del entorno a este periódico, la pareja, que regenta el local, se encontraba realizando una fumigación en el interior cuando se produjo la detonación. Por fortuna, varios menores que estaban en el exterior resultaron ilesos. La tarde del sábado, el 'Kaixo' había permanecido cerrado y preparaban el bar para poder reabrirlo. En ese momento, debió de producirse una acumulación de gases y una chispa, causada al parecer al encender un cigarrillo o por otro desencadenante, generó una explosión. «No llegó a haber fuego», señalan.

La onda explosiva alcanzó de lleno al hombre, que sufrió quemaduras en el rostro y las extremidades. La mujer también tiene lesiones en una de sus manos y en una pierna. Ambos recibieron asistencia médica. Ella llevaba ayer un aparatoso vendaje en los dedo, donde había padecido las principales lesiones. Su pareja, sin embargo, presentaba un peor pronóstico.

El paciente fue sometido a un coma inducido por medicamentos para paliar el dolor en la Unidad de Grandes Quemados de Cruces. Su evolución en los próximos días será determinante, según la información facilitada por los médicos a la familia. Aún se desconoce si las quemaduras le han podido provocar algún daño en órganos internos. La mujer ha guardado los botes de spray adquiridos por si alguno de ellos pudiera encontrarse en mal estado.

Al lugar se desplazaron tanto unidades de la Policía Municipal de Bilbao y de la Ertzaintza, así como efectivos de los Bomberos, que ventilaron el local al detectar con el explosímetro niveles elevados de vapores inflamables.

Se da la circunstancia de que la noche anterior, el establecimiento había sufrido un intento de robo, que no tiene ninguna relación con la explosión, según las mismas fuentes. Los dueños habían presentado durante la tarde una denuncia ante la Ertzaintza, en la subcomisaría de Zabalburu, por daños en una persiana y en la cerradura. Los denunciantes aportaron un vídeo en el que se aprecia a unos jóvenes intentando acceder al negocio alrededor de las tres de la madrugada del domingo.