La factura que te gira la Diputación cuando tienes un accidente
El año pasado recaudó más de 830.000 euros, el 90% por destrozos de accidentes de tráfico y que en general abonan las aseguradoras
1.036 euros un semáforo, 396 una barrera pretil metálica simple, 205 la reposición de una arqueta, 19 un cono reflectante, 709 una señal reflexiva... ... Son algunos de los precios establecidos por la Diputación para resarcir los daños que los particulares producen en las carreteras, unos destrozos por los que, cada año, recauda cerca de un millón de euros derivados de más de seiscientos partes.
Publicidad
Según los datos que maneja el área de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, a lo largo de 2024 ingresaron 831.533,81 euros procedentes de 703 expedientes. Las cifras son similares a las de ejercicios anteriores. En 2023, por ejemplo, fueron 770 'facturas' y 801.495,77 euros y, en 2022, 660 partes y 910.871,14 euros. De los cobros, en todo caso, se encargan desde el área de Hacienda.
La exigencia de un resarcimiento por las roturas no es algo nuevo. Ya en la norma foral de carreteras de 2011 se establecía que incurren en responsabilidad quienes «por cualquier modo y causa generen daños en la carretera, en cualquiera de sus elementos o perjudiquen el servicio afectando a la funcionalidad de la vía». El último decreto, publicado recientemente y que actualiza los precios de este 2025, busca, explican desde el área responsable de la red viaria, «garantizar una compensación justa y transparente por los daños causados a la red vial de Bizkaia», estableciendo unos «precios estandarizados para diferentes tipos de daños y elementos afectados». Esto, insisten, «permite agilizar los procesos de resarcimiento y asegurar que los responsables de los daños asuman los costos de reparación».
En «la mayoría» de los casos, subrayan las mismas fuentes, es «el seguro de los conductores el que paga», en caso de que «una entidad aseguradora hubiera asumido el riesgo derivado de la responsabilidad civil de la persona causante de los daños». Porque, exponen, «el 90%» de los resarcimientos están vinculados a «accidentes de tráfico». No es de extrañar, en todo caso, que la de los siniestros sea la principal razón, ya que las carreteras vizcaínas registran más de 3.000 accidentes al año.
Publicidad
Entre las otras causas que están detrás de los requerimientos de compensación, las más comunes, aunque muy lejos de los siniestros de circulación, estarían «la caída de árboles» de fincas o montes particulares que generan un daño en los elementos viarios, así como «la pérdida de aceite» de algún vehículo y la «pérdida de carga de algún camión».
En general, apuntan desde el departamento que dirige Carlos Alzaga, «los guardarraíles» son las estructuras «en las que se suelen generar más roturas». De hecho, según el último anuario estadístico de accidentes de tráfico de Euskadi, de 2023, los choques contra elementos en la vía, contra las barreras de seguridad y las salidas de las carreteras supusieron más de un millar de siniestros, casi uno de cada tres.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión