En libertad el detenido en el hallazgo de 3 toneladas de 'maría' en un caserío de Orduña

La investigación nació en la comisaría de Llodio y ha contado con la participación de otras unidades de la Ertzaintza. Según las fuentes consultadas por este diario, todo comenzó con la llamada de teléfono de un vecino. Este hombre acudió a su viejo caserío y se lo encontró con la puerta cerrada y la cerradura cambiada. Aquello le extrañó. Al parecer, alguien lo había ocupado. Fue entonces cuando se introdujo en la vivienda a través de una ventana y descubrió el alijo de 'maría' en una especie de cuadra anexa al caserío. No sabía cuántas bolsas había allí almacenadas, pero aseguró que eran «muchísimas» y algunas de ellas de «gran tamaño».

Agentes de esta ertzain-etxea comenzaron a investigar la actividad que había en torno al caserío ubicado en Belandia. Se trata de una pequeña aldea de Orduña, situado a unos 10 kilómetros del núcleo urbano, en el que apenas residen tres decenas de vecinos en viviendas apartadas, cerca de la Sierra Salvada y el Valle de Ayala.

El pasado jueves la Ertzaintza decidió intervenir. Se encontraron con una vivienda llena de bolsas termoselladas con marihuana en su interior. No eran plantas, sino paquetes de cogollos de 'maría' preparados ya para ser vendidos. Un detalle importante si se tiene en cuenta que para conseguir un kilo de cogollos se pueden necesitar al menos cuatro grandes plantas, según se puede leer en algunos foros especializados. Es decir, para conseguir esas 3 toneladas ha sido necesario cultivar al menos 20.000 plantas. Otro dato que sirve para calibrar la importancia del hallazgo: durante los primeros nueve meses de 2022, la Ertzaintza descubrió 19.246 plantas, lo que constituyó 2.145 más que en todo 2021, otro ejercicio de récord.

El alijo encontrado es de tal calibre que se organizaron vigilancias de 24 horas en torno al inmueble para garantizar la protección de la mercancía y la cadena de custodia. Incluso se movilizaron a los miembros de una de las patrullas de los bizkor, la unidad de respuesta inmediata de la Ertzaintza que se dedica a atender los incidentes especialmente graves.

Según las fuentes consultadas por este diario, el único detenido hasta el momento se mostró «desafiante» y aseguró que aquella era su morada y que los que habían entrado allí se habían metido en un «gran problema». También dijo que los cogollos incautados son de cannabidiol (CBD). Es decir, aseguró que se trata de marihuana sin apenas THC, que es el principal componente psicoativo de la planta. Afirmó además que tenía permiso de Sanidad para cultivar CBD, pero no mostró en ningún momento la supuesta autorización.

La investigación continúa abierta. Una de las claves será determinar en el laboratorio el nivel de toxicidad de las plantas. También se está investigando la red de contactos del detenido para organizar la distribución de la droga.