Los toros y las vacas no pueden estar mezclados desde hace un año. E. C.

Una enfermedad sexual deja a los toros del Gorbea en las cuadras otro año

La imposibilidad de saber cuántas vacas están infectadas impide pastar en el monte a los machos desde la primavera de 2017

LEIRE PéREZ

Lunes, 14 de mayo 2018, 00:52

«A este paso hay que cerrar el chiringuito. No tenemos casi terneros al no poder soltar los toros al monte para que fecunden a las vacas», lamenta Txema González, un ganadero de Orozko. La detección en la primavera del año pasado de tricomoniasis -una enfermedad de transmisión sexual que aunque no afecta al consumo humano repercute negativamente en la reproducción de los animales al provocar abortos, malformaciones e infertilidad-, sigue dando coletazos en los montes públicos del Gorbea. Por segundo año consecutivo, los toros de Orozko, Zeanuri, Zeberio y Areatza, y los de las localidades alavesas de Zigoitia, Zuia, Llodio y Amurrio permanecerán en las cuadras y establos.

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La medida fue consensuada en una mesa técnica integrada por las dos diputaciones, los ayuntamientos y los ganaderos afectados por recomendación de los veterinarios forales. Normalmente, al llegar la primavera, los animales -22 en la vertiente vizcaína- suben a los pastos comunales para preñar a las vacas, pero ahora tendrán que hacerlo de forma artificial, en las cuadras, ante el caso de tricomoniasis detectado en mayo de 2017 en el entorno de Orozko. Fue el primero que aparecía en Bizkaia, aunque al parecer el animal se contagió en Zuia al entrar en contacto con una vaca enferma desde 2016.

La decisión de impedir que salgan este año se produce porque no es posible garantizar que las hembras estén libres de la enfermedad. En el caso de los toros, en Orozko se ha comprobado el estado del «80%», y todos están limpios, pero en el de las vacas -miles entre los dos territorios-, no es posible realizar analíticas a todas por su elevado coste. De esta manera, la mejor forma de conocer cuáles están limpias y cuáles no es esperar a que den a luz: «si el ternero tiene malformaciones, infectada; si nace bien, sin tricomoniasis». Pero eso no se sabrá hasta finales de año, cuando alumbren las crías de las últimas hembras en ser fecundadas, las que han bajado del monte en invierno.

«Puede hacer mucho daño»

Los responsables de las explotaciones ganaderas aceptan la medida con «resignación». No les queda otra que guiarse por los expertos para evitar que el brote siga afectando a las próximas campañas, algo que sería la ruina. Son conscientes de que esta enfermedad, si se implanta, puede «hacer mucho daño», y hay que asegurarse de que no hay «ninguna vaca contagiada». «Es duro no poder soltarlos al monte», reconocen.

22 toros hay censados en la vertiente vizcaína del Gorbea. Los análisis efectuados hasta el momento dan negativo en tricomoniasis

El colectivo de ganaderos Itxina ha solicitado una reunión a la Diputación para que estudien ayudas económicas ante una enfermedad que les «pilló de sopetón». «El año pasado solté el toro, pero en mayo lo tuve que traer a casa», recuerda Txema González. Los mayores quebraderos de cabeza los soportan los que no disponen de terreno cerca de sus instalaciones para que los animales puedan al menos salir de los corrales. «En la cuadra no puedes saber cuándo las vacas 'están al toro', en cambio en la calle sí», describe Iker Goti, otro de los afectados.

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Dispone de un caserío con campas, lo que le ha dado un respiro, aunque no le ha librado del mal trago. «Si antes las vacas daban a luz en primavera, ahora se han retrasado algunos nacimientos hasta invierno porque el año pasado no pudimos preñarlas», lamenta Goti. «El problema era de Álava. En esta zona nunca hemos tenido casos de este tipo, y ahora nos viene rebotado por culpa de un ganadero que llevaba las vacas a la zona de allí y luego las traía aquí», lamenta.

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