Los embalses que abastecen a Bizkaia superan por primera vez este año el nivel de 2022
Están al 62% de su capacidad, «ligeramente por debajo» de la media de la última década, aunque «en una situación de normalidad»
En Euskadi, y por ende en Bizkaia, no hay problemas de abastecimiento de agua. Es lo que llevan meses defendiendo, en un contexto de sequía ... global y de restricciones en otras comunidades autónomas, las administraciones vascas. Los embalses que abastecen al millón largo de vizcaínos están «en una situación de normalidad», aunque «ligeramente por debajo de la media de los últimos diez años», algo que tampoco es de extrañar teniendo en cuenta los dos años de calor excepcional que acumulamos. Los pantanos, eso sí, no están ni mucho menos vacíos y se sitúan al 62% de su capacidad: atesoran 135,4 hectómetros cúbicos y, con el comienzo de este mes y las intensas lluvias de las últimas semanas, por primera vez en lo que va de año el volumen acumulado es mayor que en 2022.
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Según los datos del Consorcio Bilbao Bizkaia, a 7 de diciembre había 24,9 hectómetros cúbicos más que a comienzos de diciembre del pasado año, cuando las infraestructuras de almacenaje estaban apenas al 50%. La diferencia entre uno y otro ejercicio, puntualizan desde la Agencia Vasca del Agua, «no es significativa», pero al menos la curva «es superior por primera vez» a la de 2022, que fue en el territorio el ejercicio más cálido desde que hay registros y el que menos precipitaciones marcó desde 1989, cuando una sequía llevó a las autoridades a realizar cortes en el suministro de agua potable a la población.
Una «privilegiada» situación frente a la acuciante falta de agua que se vive en otras zonas
Estamos muy lejos de una realidad como esa, sin «problema» alguno para el abastecimiento. Desde URA, de hecho, aseguran que nos encontramos en «una privilegiada situación en claro contraste con otras zonas del territorio peninsular donde se vive una falta acuciante de agua». Además, recuerdan que los embalses vascos «son muy elásticos», lo que significa que «las precipitaciones tornan pronto en incrementos significativos en los porcentajes de llenado».
Los próximos meses
En ese sentido, ponen como ejemplo lo sucedido a finales de 2021, cuando se tuvieron que desembalsar miles de litros por las intensas precipitaciones. Este 2023, de momento, no parece que se vaya a producir un evento similar. Tendría que llover mucho y durante tiempo porque el acumulado de este año ha ido hasta ahora a ralentí del de 2022, que dejó las reservas bajas, dentro de la normalidad. Además de fijarse en que en los últimos días ha sido difícil despegarse del paraguas, en la Agencia Vasca del Agua miran hacia los próximos meses, que son los períodos del año «con mayor probabilidad de que concurran lluvias significativas».
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2022 fue el año más cálido en el territorio y el que menos precipitaciones registró desde 1989
La principal fuente de agua que surte a Bizkaia es el sistema del Zadorra, con capacidad para albergar 192,6 hectómetros cúbicos. Bebe de los embalses de Urrunaga y Ullibarri, que están al 59,2%, casi ocho puntos por encima que el 1 de diciembre de hace un año. El segundo por capacidad de suministro (22,2 hm3), Ordunte, está al 82,5%, frente al 38,2% en el que se encontraba el pasado diciembre, mientras que otros más pequeños como Undurraga y Zollo están a un 85,6% y un 100,3% de su capacidad, respectivamente.
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