Raúl Arza, que en mayo fue reelegido secretario general de UGT-Euskadi, posa en la azotea de la sede del sindicato, en Bilbao.

«Firmamos convenios de eficacia limitada para defender a los trabajadores»

«Quien favorece la centralización es el que busca excusas para no suscribir pactos sectoriales»

José Luis Galende

Lunes, 18 de julio 2016, 03:02

Raúl Arza fue reelegido secretario general de UGT-Euskadi el pasado mayo con un sólido respaldo, tres años después de un congreso del ... que la central salió partida en dos partes. En plena polémica sobre los convenios de eficacia limitada, que el Gobierno vasco está dispuesto a avalar y que ha llevado a ELA y LAB a pedir la dimisión de consejero Ángel Toña, Arza respalda esta fórmula cuando no hay otra salida que dé cobertura laboral a los trabajadores. Y además, recuerda, permite también que estos no dependan de los convenios estatales. El sindicalista culpa a ELA de la centralización que tanto denosta por no firmar convenios y aboga por una subida decidida de los salarios para impulsar la economía y las prestaciones sociales.

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¿UGT-Euskadi está pacificada tras haber sido usted respaldado por el 84% de los delegados del congreso?

Creo que sí. El sindicato atraviesa un proceso de reorganización que tiene que acercarlo a la empresa y a los trabajadores. Se ha apostado por una organización más ágil y más cercana por encima de otras preferencias. El objetivo es dar mejores respuestas a los problemas de los asalariados, que son muchos, y mejorar nuestros servicios jurídicos, porque muchos de sus derechos deben ser defendidos en los tribunales tras la reforma laboral de 2012.

¿Cuales son las áreas prioritarias para su mandato ante este escenario?

Trabajamos por el aumento de la afiliación y la representación, lo que nos va a dar más peso en la negociación colectiva, que está bloqueada en Euskadi. Dar una solución a casi 400.000 trabajadores sin convenio vigente es un reto para UGT. No creemos que la alternativa sea negociar empresa a empresa; no hay que engañar en esto a los trabajadores. Muchos no van a poder tener nunca un convenio de empresa, bien porque la suya es muy pequeña, bien porque no tiene representación sindical. La negociación en ese marco la entendemos como complementaria a la sectorial, que debe ser suelo y paraguas para los que no pueden tener otro tipo de acuerdo laboral.

Salario y convenio

UGT no ha sido capaz de invertir la tendencia a la caída de su representación, que está cerca de perder el 10%. ¿Cómo espera mejorarla?

Una de las reformas que hemos hecho, las fusiones de federaciones, tiene por objeto liberar gente para dedicarse a prestar una mayor atención a los trabajadores en sus centros de trabajo, con el objetivo de mejorar la representatividad. Sabemos que no es fácil; para ello estamos trabajando en un plan que cuenta con apoyo de nuestra organización nacional.

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Euskadi es una de las comunidades donde los salarios siguen bajando pese a estar en plena recuperación. ¿A qué lo atribuye?

Al bloqueo de la negociación colectiva. La prioridad de las empresas, de los sindicatos y del Gobierno vasco debe ser desbloquearla y apostar por aumentos retributivos. Si los salarios no se recuperan, no suben las cotizaciones ni la recaudación fiscal, lo que repercute en los servicios públicos y la protección social. Por ello pedimos también una subida importante del salario mínimo, que puede arrastrar al sector privado en la misma dirección y acabar con los sueldos de miseria que pagan algunas empresas.

«No vamos a tolerar un nuevo recorte de las pensiones»

  • La reciente retirada por el Gobierno de 8.700 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para pagar la extra de verano de las pensiones provocó una fuerte polémica nacional ante el previsible agotamiento del patrimonio de esta hucha, en la que intervino también UGT, quien sigue este problema muy de cerca.

  • -¿Cómo ve el futuro del sistema de pensiones a la vista del déficit actual?

  • No se puede seguir con políticas que rebajen los ingresos de la Seguridad Social. Las bonificaciones y ayudas a la contratación no determinan la creación de empleo. Las empresas contratan solo cuando tienen trabajo y las bonificaciones restan de 3.000 a 4.000 millones de euros a la Seguridad Social cada año. Además, hay que aumentar los ingresos por la vía de destopar el grupo 1 de cotización, lo que afectaría a casi 100.000 trabajadores en Euskadi. También creemos que las pensiones de viudedad y orfandad debieran salir del sistema contributivo y depender de los Presupuestos del Estado. Y tenemos muy claro que no vamos a tolerar un nuevo recorte de las pensiones para equilibrar los cuentas del sistema, cuando dos de cada tres pensiones son bajas al estar por debajo de los 900 euros.

  • -¿Qué Gobierno cree que puede hacer estos cambios en España?

  • Preferiríamos uno de izquierdas. Pero, al margen de ello, creo que hay una mayoría política para cambiar muchas cosas derogar la reforma laboral, dar una prestación a más de 700.000 trabajadores que la han agotado, derogar otras leyes que de forma colateral han perjudicado al mundo del trabajo... No nos preocupa tanto quién va a gobernar, sino para qué.

Euskadi atraviesa un periodo de paz laboral sin precedentes. ¿Puede esto explicar ese inmovilismo que los sindicatos critican con frecuencia a la patronal en la negociación colectiva?

La patronal esta cómoda en esa situación. Está utilizándola para no afrontar la obligación que tiene de negociar de buena fe. Además, tiene la connivencia de algún sindicato que ha apostado por la negociación empresa a empresa y que está dejando a decenas de miles de trabajadores sin convenio sectorial, a los pies de los caballos de la patronal. En estos casos no nos queda más remedio que firmar convenios de eficacia limitada para defender a los trabajadores; y para defenderlos también de los convenios de ámbito estatal que tienen peores condiciones. Por eso, en contra de las interpretaciones que hacen otras centrales, creo que esta es la vía para defender el marco vasco de negociación colectiva, del que estamos muy orgullosos.

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¿Esa es su respuesta a ELA y LAB cuando acusan a CC OO y UGT de favorecer la centralización de la negociación colectiva?

Quien favorece la centralización es aquel que busca cualquier excusa para no firmar convenios sectoriales en el ámbito de Euskadi. Hasta 2012 estábamos orgullos de nuestra negociación colectiva, con los salarios más altos y las jornadas más cortas, y ahora nos encontramos que cada vez son más los trabajadores que se rigen por convenios nacionales al no firmarse los sectoriales vascos. No podemos dejar a los trabajadores en la situación en que están, en especial en los sectores que han perdido su convenio, donde a los nuevos contratados la empresa puede aplicarles el salario mínimo y 40 horas semanales.

Empresas multiservicios

¿Y está haciéndolo?

No nos consta, pero puede estar sucediendo. Nosotros estamos ahora en una campaña para frenar las empresas multiservicios, que son una triquiñuela para abaratar costes salariales y que a la vez son competencia desleal. Antes hacían esto las ETT y ahora se está generando un nuevo espacio de fraude por esta vía.

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¿Cuáles son sus exigencias a los poderes públicos?

Están relacionadas con la situación del mercado de trabajo. Euskadi no traslada el crecimiento a una mejora de las condiciones laborales. Solo 29 de cada 1.000 contratos son indefinidos y a jornada completa, y más del 90% son temporales. Y además, más del 50% duran menos de un mes. También es necesario un plan de choque contra el paro, que incluya una mejora de la cobertura, dado que solo el 19% de los desempleados cobran una prestación contributiva. Menos mal que en Euskadi teemos la Renta de Garantía de Ingresos que ayuda a paliar esta situación.

¿Qué balance hace de los cuatro años de legislatura de Urkullu?

Creo que ha sido una gestión con claroscuros. Como empleador público ha seguido a pies juntillas las políticas del Gobierno del Partido Popular de recorte de las condiciones laborales en la Administración. Y tampoco ha restablecido las prestaciones al sistema de previsión social de sus empleados (Itzarri). Por otro lado, Lanbide no está generando la potencialidad que tiene; debe convertirse en un verdadero servicio público de empleo, cuando hasta ahora es poco más que un gestor de la RGI. Así mismo, nos hubiera gustado una implicación mayor en todo lo relacionado con la potenciación de la industria, que debe ser una prioridad para todos los Gobiernos.

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