El efecto colateral de las reformas laborales

A esa reforma se añadió la de Mariano Rajoy, que en 2012 estableció el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos al año de su caducidad, extremo que pronto comenzó a tener consecuencias nocivas para las condiciones de trabajo y multiplicó los efectos negativos de la del Gobierno anterior. De esta forma, los trabajadores de convenios desaparecidos por no haber sido renovados podían pasar a depender de convenios estatales habitualmente en peores condiciones que los vascos, o directamente del Estatuto de los Trabajadores y del Salario Mínimo en el caso de las nuevas contrataciones .

Limitaciones

Materias reservadas para los acuerdos estatales

La reforma también dejaba numerosas materias hasta entonces negociadas en los convenios sectoriales en manos de los acuerdos estatales, salvo que sindicatos y patronal firmaran con las mayorías suficientes un acuerdo interprofesional para un sector específico o para todos en el que se otorgara preferencia aplicativa a los convenios provinciales o autonómicos. No obstante, ese blindaje de la negociación colectiva vasca excluye ahora y excluirá siempre el periodo de prueba, las modalidades de contratación, la clasificación profesional, la jornada máxima anual de trabajo, el régimen disciplinario, las normas mínimas en materia de prevención de riesgos laborales y la movilidad geográfica, que serán reguladas en el ámbito estatal.

Lagunas

Los jueces tendrán la útima palabra en caso de conflicto

Pese a todo, la reforma laboral deja muchos flancos abiertos en materia de estructura de negociación colectiva. Son lagunas que deberán cubrir los jueces en el caso de que se presenten conflictos de concurrencia entre dos convenios. Es decir, puede haber acuerdos estatales que regulen de forma diferente la misma materia que uno provincial suscrito al abrigo del citado acuerdo interprofesional que ahora se trata de alcanzar en Euskadi.

¿Que sucede entonces? Pues que las discrepancias deberán resolverlas los tribunales, con la posibilidad de que quien haya suscrito primero el convenio se quede con la razón. Por eso, Mari Cruz Vicente, desde CC OO, destaca que «se han perdido cuatro preciosos años» para regular este complicado asunto, ya que ha habido acuerdos estatales que han comenzado a ocupar los espacios que la nueva regulación había dejado vacantes.

Estatalización

El 40% de los asalariados con convenio vigente

El bloqueo de la negociación colectiva en la comunidad autónoma vasca ha propiciado que cada vez sea más importante la cifra de trabajadores vascos que ven reguladas sus condiciones de trabajo por acuerdos negociados fuera de Euskadi. Por ejemplo, el año pasado había 119.000 asalariados con convenio vigente negociado en la comunidad autónoma, mientras que los protegidos por los de ámbito estatal eran 79.000, es decir, el 40% del total. Antes de la crisis, en 2008, aunque había más trabajadores dependientes de acuerdos estatales, el porcentaje era mucho menor, ya que eran 112.000 frente a 331.000; esto es, el 25%.

Y si se toman los datos del año anterior a la reforma laboral de 2011, que modificó la estructura de la negociación colectiva, la cifra era del 36%. Ya para entonces, como recordaba recientemente la patronal vizcaína Cebek, muchos convenios se encontraban bloqueados, por lo que los acuerdos estatales habían comenzado a ganar terreno.