Euskadi se aprieta el cinturón: 8.000 funcionarios menos

El tamaño del sector laboral público mantiene enfrentados a políticos, economistas, sindicatos y empresarios. Para unos las centrales sindicales, cuanto más grande sea, más y mejores servicios aporta a la ciudadanía y más empleo de calidad a sus afiliados; para otros, los empresarios, con los que coinciden los economistas neoliberales, cuanto más ajustado, mejor para las cuentas públicas, la actividad empresarial privada y la competitividad, ya que sostienen que este sector es más eficiente con menos dinero. Y para los políticos, cualquier ampliación que contente a las centrales sindicales choca siempre con la disponibilidad presupuestaria, por lo que han de poner una vela a Dios y otra al diablo y actuar con mucho tiento para preservar la paz laboral en un sector que resulta esencial para los ciudadanos.

Una vez conocidas estas posiciones, puede ser útil para juzgar la situación saber la proporción de empleados públicos sobre el total de ocupados de una comunidad autónoma. Pues bien, en el caso vasco los datos de la EPA revelan que hay 14,8 puestos de trabajo que cuelgan de los presupuestos públicos, frente a una media nacional del 16,4%. Euskadi es la cuarta comunidad autónoma con menor tasa de empleo público, y también la cuarta donde ha bajado esa cifra desde 2012, cuando ostentaba el 16%. En el primer caso, la tienen más baja Baleares, Cataluña y Valencia; y en el segundo, han reducido sus efectivos Baleares, Castilla y León y Valencia, pero todas con una menor intensidad que el País Vasco.

Pujanza del empleo privado

En el conjunto de España, con el crecimiento de la economía iniciado hace tres años, ha subido este tipo de ocupación en términos absolutos pero no en relativos, ya que ha bajado del 17,7% al 16,4%, para situarse en 2,995 millones. Esta aparente contradicción se debe a la fuerte creación de empleo en el sector privado en el periodo citado.

Con la crisis económica que se inició allá por 2008, las administraciones públicas comenzaron a apretarse el cinturón una vez constatada la gravedad y dureza de la recesión que venía, pero desde entonces han mantenido diversos ritmos. Así, la máxima tasa de empleo público se alcanzó en Euskadi en el tercer trimestre de 2012, con el 16,8%, mientras que en términos absolutos había tocado techo en el primer trimestre de 2011, con 149.800 personas ocupadas. El conjunto de España alcanzó su récord, también del 16,8%, exactamente un año antes que el País Vasco, momento en el que batió asimismo su marca en empleo, con un total de 3,306 millones de ocupados.

Extremadura, el 26%

Una comparación de lo que sucede en las diferentes comunidades autónomas no permite emitir juicios categóricos sobre la situación, ya que las circunstancias son muy diferentes en unas y otras. En cualquier caso, a la cabeza en intensidad de empleo público se encuentra Extremadura, con una tasa del 26,6%, mientras que a la cola figura Baleares, con el 12,3%. Todo apunta a que la presencia y la pujanza del sector privado en la economía resulta determinante en ambos casos.

El INE no especifica qué administraciones central, autonómicas, locales o universidades son las responsables de la creación o destrucción del empleo en el sector público, pero los registros del Ministerio de Hacienda sobre el personal al servicio de las mismas dan pistas al respecto. Las cifras globales de ambas fuentes no coinciden, porque en los listados ministeriales no figura el empleo de los trabajadores contratados para hacer sustituciones o cubrir vacantes temporales.

En cualquier caso, entre junio de 2013 y enero de 2016 (último dato publicado) se produjo en Euskadi según esta fuente un recorte de 1.400 empleados públicos, al pasar de 113.807 a 112.410, mientras que en el conjunto del territorio nacional, al contrario de lo que sucede con las estimaciones de la EPA, la cifra bajó en más de 28.000 personas, al pasar de 2,574 millones a 2,519.