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Un grupo de pensionistas conversa en un centro de jubilados.

Peligra el nivel de vida de los futuros pensionistas, advierte la OCDE

El organismo alerta de que ya no habrá carreras laborales largas y estables como en el pasado y aboga por suprimir las prejubilaciones

amparo estrada

Miércoles, 2 de diciembre 2015, 01:04

Los trabajadores que empiezan a hacer cálculos sobre su pensión futura saben, o al menos sospechan, que no van a tener prestaciones que les garanticen el mismo nivel de vida que ahora. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lo dice claramente en su último informe anual sobre pensiones. En la actualidad, los jubilados que reciben una pensión disfrutan de unos niveles de vida similares a los de la media de la población, señala el organismo. Sin embargo, las reformas introducidas en la última década han mejorado la sostenibilidad de los sistemas de Seguridad Social, pero a costa de erosionar la calidad de vida de los futuros pensionistas. «La mayoría de los gobiernos han hecho esfuerzos importantes para lograr sistemas de pensiones públicas en una senda sostenible. Son pasos en la dirección correcta, pero ahora hay un riesgo cada vez mayor en algunos países de que las pensiones futuras no serán suficientes», señaló el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. Por eso, instó a «diseñar políticas lo suficientemente flexibles para adaptarse a las incertidumbres del futuro mundo del trabajo, al tiempo que se garanticen las condiciones de vida adecuadas para los jubilados».

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El informe anual de la OCDE advierte de que «es probable que las futuras generaciones tengan pensiones mucho menos generosas que las de hoy y muchos pueden enfrentarse a un grave riesgo de pobreza». Y no es sólo por las reformas sobre el propio sistema de pensiones, sino también por la propia evolución del mercado de trabajo. La mayoría de los que ya se han jubilado o se jubilan ahora, al menos los hombres, han tenido casi siempre empleos estables y de larga duración. Sin embargo, lo de un trabajo para toda la vida ya no se va a dar en las nuevas generaciones que, además, encuentran grandes dificultades para entrar en el mercado laboral; en España, la tasa de desempleo juvenil ronda el 50%. Una disminución de puestos de trabajo con contratos indefinidos y el aumento de trabajos temporales y, a menudo, precarios reduce las aportaciones contributivas al sistema de pensiones y, por tanto, lo que recibirán esos trabajadores cuando se jubilen. Más tiempo sin trabajo significa menor periodo cotizado y pensiones más bajas. Por eso, la OCDE insta a los gobiernos a volver a evaluar sus redes de seguridad para los pensionistas que no han contribuido lo suficiente para una pensión mínima.

Además, aboga por suprimir las prejubilaciones y favorecer, en su lugar, medidas para alargar la vida laboral y ayudar a las personas de edad a permanecer en el mercado de trabajo. El estudio resalta que demasiado a menudo los trabajadores de edad que son despedidos entran en programas de jubilación anticipada. Una fórmula que han interiorizado tanto empresarios como asalariados por lo que, dice la OCDE, hay pocas oportunidades de reentrada en el mercado laboral. «Una temprana jubilación expone a las personas a la pobreza futura», asegura el informe.

Por otra parte, la organización destaca como uno de los avances más visibles de las últimas reformas la elevación de la edad de jubilación y constata que los 67 años es la edad legal de retiro en la mayoría de los países, y que algunos incluso están llevándola hasta cerca de los 70 años.

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