Zaldibar encarga un estudio para evaluar el estado de conservación de los murales de Aranoa
El pintor bilbaíno comenzó a pintar los frescos de la capilla del hospital de la localidad y los murales fueron terminados en 1930
La falta de mantenimiento durante años ha ido deteriorando el estado de los frescos que se encuentran en la capilla del hospital. La alcaldesa Eneritz Azpitarte se ha reunido con técnicos de la Diputación para inspeccionar los murales y elaborará un informe sobre el estado de los mismos.
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El Ayuntamiento de Zaldibar ha dado un nuevo paso con el objetivo de proteger el patrimonio de la localidad. La alcaldesa Eneritz Azpitarte, (EH Bildu), ha visitado la capilla del hospital psiquiátrico supervisando el estado de los murales del pintor Juan de Aranoa, acompañada por tres expertos del ente foral y dos estudiantes de arte en prácticas. El objetivo era conocer de primera mano el estado de conservación de los frescos que el artista pintó en la capilla neorrománica. Ahora, la Diputación se encargará de elaborar un informe que evaluará el estado de las pinturas, a petición del Ayuntamiento de Zaldibar.
La falta de mantenimiento durante años ha hecho que el estado de las pinturas se haya ido deteriorando. A menudo se han encontrado restos de pintura en el suelo de la capilla. Fragmentos de película pictórica a veces, polvo de pintura en otras ocasiones. Además, la cubierta de la capilla ha sufrido diversos problemas de humedad durante décadas. «Para este equipo de gobierno es prioritario preservar y recuperar el patrimonio de la localidad. Con las pinturas de la capilla ahondaremos precisamente en esa dirección. Por ello, al igual que la colaboración iniciada hoy con la Diputación, ofreceremos todos los instrumentos a nuestro alcance para facilitar el camino a la institución pública competente en la conservación de los murales: el Gobierno vasco», ha explicado la regidora.
El pintor Juan de Aranoa Carredano nació en Bilbao en 1901. Tras realizar sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de la capital vizcaína, desarrolló su conocimiento del arte en París e Italia. En 1928 comenzó a pintar los frescos de la capilla del hospital de Zaldibar y los murales fueron terminados en 1930. En ellas representó escenas sobre la Virgen, la infancia de Cristo y su Pasión, entre otras.
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